El término alexitimia, de origen griego, y que significa
dificultad para expresar afectos, fue acuñado por el profesor de Psiquiatría de
Harvard Peter Sifneos, en los años 70. No todas las personas presentan el mismo
grado de afectación. Hay quien no sabe ni identificar ni expresar las emociones
y otros que sí saber reconocerlas pero no pueden verbalizarlas. Según el origen
también puede distinguirse entre una alexitimia primaria, producida porque las
estructuras neurológicas vinculadas con las emociones están dañadas, y la
secundaria, como consecuencia de un trauma emocional grave o por un desorden en
el aprendizaje emocional.
Las personas que sufren de alexitimia están limitadas en su
capacidad de experimentar fantasías o sueños o pensar de forma imaginativa. Por
el contrario, tienen una forma de pensar enfocada externamente, basándose en
los hechos y detalles. Las personas con alexitimia son a menudo descritas por
los demás, incluyendo a sus seres queridos, frías y distantes. Carecen de
habilidades empáticas y tienen grandes dificultades para comprender y responder
con eficacia a los sentimientos de otras personas.
La alexitimia significa literalmente la falta de palabras
para los sentimientos. Algunos de los síntomas o características de alexitimia
son:
Dificultad para
identificar los diferentes tipos de sentimientos
Dificultad para
distinguir entre los sentimientos emocionales y sentimientos corporales
Comprensión
limitada de lo que hizo que los sentimientos
Dificultad para
expresar afectos
Imaginación
limitada
Quejas físicas
Falta de disfrute
y búsqueda del placer
Postura y
expresiones faciales rígidas
La alexitimia tiene una fuerte implicación en las
enfermedades mentales y el desarrollo de la personalidad, pero no es algo que
temer. Si usted experimenta alexitimia, o conoce a alguien que lo hace, hay
maneras de aprender la manera de fortalecer las capacidades a través de la
psicoterapia.
En el tratamiento de la alexitimia se persiguen los
objetivos que se exponen a continuación, su consecución variará en función del
origen y de las diferencias individuales:
-
Reconocimiento de las propias emociones.
- Ser capaz de
hacer consciente alguna emoción y ponerle nombre a lo que está sintiendo. Por
ejemplo; “me siento feliz” o “me sentí triste cuando te fuiste de viaje”
- Reconocimiento
de las emociones de los demás. Por ejemplo, reconocer cuando el jefe está
enfadado.
- Aprender a
autorregular las propias emociones. Detección de sensaciones previas.
El tratamiento de este trastorno tendría dos partes; la
primera parte corresponde a la psi -coeducación, en la que se le explica a la
persona, qué es la alexitimia y cuál es el origen de la misma. De este modo
hacemos que sea consciente de cuál es su problema y a partir de aquí, trabajar
a través de talleres de inteligencia emocional, entrenamiento en habilidades
sociales y refuerzo positivo de los logros alcanzados. Se les enseña a
identificar sus emociones y las de los demás.
Una vez sean capaces de identificarlas, se trabajará con ellos la
expresión y la autorregulación de sus
emociones. Por ejemplo se les enseña a reconocer la tensión previa a un enfado.
Se recomiendo una terapia combinada, es decir a nivel individual y grupal.
En este largo proceso es muy importante el apoyo y la
colaboración de los familiares y personas cercanas. Deben tener paciencia, pues
aunque ellos no expresen sus emociones si tienen sentimientos. Por ejemplo, se
les puede ayudar indicándoles cómo les vemos; “veo que estás muy alegre, ¿qué
ha pasado hoy?” De este modo se le ayuda a relacionar la emoción con un
acontecimiento concreto. También hay que transmitirles cómo nos sentimos
nosotros, por ejemplo; “Hoy estoy muy triste, porque me han despedido del
trabajo” , no hay que esperar a que ellos adivinen como nos sentimos. Por
último es aconsejable que practiquen actividades a través de las cuales puedan
canalizar sus emociones, por ejemplo prácticas deporte, pintar o tocar un
instrumento musical.