Bien es sabido por todos que ya
en la época del Lazarillo de Tormes, tenemos constancia de que España, nuestra
España, es con creces el país de la
picaresca. Siglos y siglos después vemos
como esa picaresca se ha perfeccionado, un ejemplo son las conocidas clausulas
suelo, ¿las recuerdan?, estos días que sólo perseguimos con ansiedad a la “prima”
nos distraemos sin darnos cuenta de que ha sucedido con las clausulas suelo.
Pues muy sencillo, a quien le dan
una hipoteca, le venden que no hay suelo hipotecario, todo un hito y un orgullo
para aquel que es merecedor de tan conocido producto financiero. Y no nos
preguntamos qué han hecho las entidades para compensar tan famoso suelo? Porque seguro algo habrán hecho, no se van a
conformar con acatar imposiciones varias. Pues muy fácil, han subido el diferencial que nos
aplican a la hora de revisar la hipoteca. Es difícil encontrar hipotecas con un
diferencial inferior al 1%, el conocido “Euribor
+”, la mayoría de las entidades se acercan más al 2% , eso sí, si contratas
plan de pensiones, de ahorro, tarjeta de crédito, nómina, seguro de vida y de
hogar y unos cuantos recibos básicos de suministro, ese diferencial queda
minorado sensiblemente, aunque sin esperar bajadas milagro. Como no nos queda
otra (bastante que nos han dado la hipoteca) nos vemos obligados a tener con
ellos los seguros si no queremos pagar más mensualmente cuando se produzca la
revisión anual, en un escenario de tipos
al alza, pero claro, tampoco podemos luchar por mejorar la cuota anual de
nuestros seguros con ninguna otra compañía de seguros, con lo que se produce
una competencia algo dudosa moralmente.
Lo que está claro es que siempre
que se consiguen hitos por parte del consumidor, no deja de ser una ilusión
temporal, ya que, en breve espacio de tiempo vemos cómo se nos aplican otros
cargos que lejos de ayudar a la maltrecha economía lo único que hacen es
aumentar las penas que padecemos.
Leemos, por ejemplo, estos días
niveles de concesión de créditos que no se veían tan bajos desde el año 2003,
fecha en que el Banco de España tiene establecido el registro, lo que las
entidades contestan es que la calidad de las operaciones no es buena, y no es,
nunca lo reconocerán, porque no tienen liquidez para dedicarse a la verdadera
labor que deberían hacer que no es otra que prestar dinero. Ah, es verdad, que
el dinero que papá Estado les ha dado ya no lo tienen, pero claro operaciones
con avalistas solventes las derivan al ICO, es decir, que casi todo sea otra
vez responsabilidad del Estado.
Lo preocupante es que ya hace no
menos de 2 años que debería estar la reforma del sistema financiero terminado,
y la situación que estamos viendo este mes de agosto de 2011 sería mejor para
hacer más pequeña a la dichosa prima. Falta de confianza después de cuatro años
de crisis es lo que tenemos, pero claro, la desidia de los responsables de esta
situación es máxima, mientras lo único que hacemos es endeudarnos más y esperar
que Europa nos obligue a hacer los deberes, olvidando que en Europa la picaresca
no está muy bien vista.
Es triste pero es
así, podría poner más ejemplos del día a día de las entidades financieras, pero
claro, como español que soy, me voy a releer el Lazarillo con el fin de ver
dónde me la pegarán o si se la puedo pegar, dicho sea de paso.