Tras la traumática reunión del
Comité Federal del PSOE en la que Pedro Sánchez fue desalojado de la Secretaría
General, todos hablan de lo que deben hacer los socialistas ante el nuevo intento de Mariano Rajoy para ser
investido como Presidente del Gobierno. Es
evidente que el objetivo del sector crítico que organizó la conspiración contra
Pedro Sánchez era, desde el primer momento, facilitar la investidura de Rajoy
mediante la abstención total o parcial de los 85 diputados socialistas.
Tertulianos, opinadores varios
y por supuesto El País –principal inductor junto a Felipe González de la operación de acoso y derribo
de Pedro Sánchez- ofrecen casi a diario argumentos para justificar que el PSOE
se abstenga y contribuya así a terminar con el prolongado periodo de bloqueo
político que padece nuestro país. Sin duda el más repetido es que unas terceras
elecciones llevarían al PSOE a un nuevo fracaso electoral y a fortalecer al PP.
De nuevo El País ha trabajado en este sentido publicando una encuesta electoral
que avala estas previsiones. Ante este panorama, el PSOE y a su cabeza el
presidente de la gestora, Javier Fernández, se encuentra en una
encrucijada. Los socialistas deben
elegir entre uno de los dos caminos posibles, favorecer la investidura de Rajoy
con el argumento de que es mejor un Rajoy débil que unas nuevas elecciones que
den más fuerza al PP - postura de Javier Fernandez-, o mantener el “no es no” e ir a las terceras elecciones, con
el riesgo de ver reducida sensiblemente su representación parlamentaria.
Pero esta disyuntiva requiere un análisis más profundo porque de la
decisión que tome el Comité Federal que se reúne el próximo domingo, depende el
futuro del Partido Socialista. Si el PSOE se abstiene pasará a la historia como
el partido que miró para otro lado ante la corrupción galopante que afecta al
PP, ante las políticas de austeridad y ante el empleo precario. En definitiva ante todo lo que rechaza el
electorado socialista. Pero además el PSOE no solo facilitaría la formación del gobierno de Rajoy, sino que como apunta hoy El Confidencial tendría que abstenerse o apoyarle durante la legislatura en temas tan básicos como los presupuestos y las reformas constitucionales pendientes.De no ser así el futuro gobierno tendría una vida muy corta. Y siendo así las cosas resulta evidente que Podemos tendría en bandeja el ansiado
sorpasso y el liderazgo de la oposición que persigue desde hace tiempo Pablo
Iglesias. Si por el contrario el PSOE se
opone a la investidura de Rajoy y afronta un congreso extraordinario y las
consiguientes elecciones primarias para elegir un nuevo secretario general, puede
reconstruir un partido que salió mal herido tras la operación para defenestrar
a Sánchez.
Por otra parte dentro del PSOE son muchos los que se oponen a la
investidura de Rajoy. Debe destacarse especialmente la reciente decisión del ex Presidente del Parlamento Europeo ,
José Borrell, de apoyar la petición de un congreso extraordinario y sumarse así
a las más de 75.000 firmas recogidas por el Alcalde de Jun para forzar en este
sentido al Comité Federal del día 23. Igualmente Margarita Robles, ex Secretaria de Estado de Interior y numero dos en las listas del PSOE, ya ha manifestado su intención de votar no a la investidura de Rajoy.
Además el “frente abstencionista” del PSOE se ha visto afectado
en las últimas horas por la resistencia de los socialistas valencianos a
facilitar la investidura de Rajoy. El PSOE, por tanto, está todavía a tiempo de
evitar su paso a la historia como el partido que permitió la formación de un gobierno
del PP teniendo el derecho democrático de evitarlo.