Hemos seguido conmovidos un día de terror, en el corazón
mismo de Europa, en Bruselas.
Un hecho horrible, que demuestra la realidad de una guerra
irregular y compleja, en un escenario global que muestra la disputa por el
poder sobre áreas del planeta, avasallando Estados, pasando por encima de
civilizaciones milenarias. Los grandes actores de esta tercera guerra son
Rusia, Estados Unidos y China.
Estamos viviendo una readecuación de las relaciones
internacionales, un nuevo orden está surgiendo, la globalización ha generado
instancias supranacionales y en ello los procesos de integración han dado forma
a bloques afiliados en sus propias instituciones, como lo son la Unión Europea,
Mercosur, la Comunidad Andina o Unasur. El orden mundial mantiene sus
instituciones de base, el FMI, el Banco Mundial, la Organización Mundial del
Comercio, con sede en Ginebra.
En Bruselas se encuentra la sede de la Unión Europea y de la
Organización Mundial de Aduanas. En la realidad geopolítica este orden mundial
en que las potencias hegemónicas buscan mantener sus espacios y, desde el mundo
Islámico se encuentra un engendro político, el Estado Islámico, creado para
desestabilizar al gobierno del dictador sirio, Bashar Al-Assad que acercó el
país a Rusia e Irán. La guerra sucia, donde el que no está conmigo es mi
enemigo, permitió apoyar a.mercenarios para que actuaran a favor de los
intereses de EEUU. Pero ese monstruo se ha convertido en una mandrágora que se
ha vuelto en contra de sus inspiradores, actuando desde el resentimiento y el
odio, deformando al Islam como religión, usando esa religión en forma distorsionada
para capitalizar el resentimiento histórico de pueblos invadidos e irrespetados
por los países imperiales, reclutando adherentes en base al odio y el
fanatismo.
La polarización a que ha llevado el fundamentalismo
distorsionado de ISIS, ha tenido como primeras víctimas a las minorías
cristianas del norte de Irak y las ramas chiitas del Islam. De los 1200
millones de islamitas, 1100 millones son sunitas y 100 millones son chiitas
especialmente en Irán. Frente al vacío de poder que produjo el retiro de las
tropas norteamericanas de Irak, mercenarios financiados por aliados de EEUU
para combatir contra enemigos del imperio, dieron nacimiento al Estado
Islámico, que tuvo fuertes recursos derivados del petróleo y armas que dejaron
los soldados de Irak que se les unían.
Pero, para la superpotencia jugar con fuego es peligroso y
las hordas del Estado Islámico comenzaron a generar un territorio controlado y
adherentes que buscaban revancha en contra de potencias europeas y del propio
EEUU.
Rusia tiene sus propias pretensiones en medio oriente y
decidió castigar en serio a ISIS. China por su parte juega su propio juego y
está demostrando poderío naval en aguas de Indonesia y de Japón. Las señales de
una alianza Rusia China aparece como un fenómeno cruzado por la interdependencia.
El gran problema de esta guerra difusa y entreverada es que
es despiadada y genocida, no hay tratados de Ginebra ni Estados beligerantes,
lo que hay son acciones puntuales, eliminación del enemigo a control remoto,
manteniéndose como conflictos acotados. Hasta el derecho humanitario al Asilo
ha sido víctima de la guerra sucia que se vive. ACNUR agencia de la ONU para
los refugiados.ha manifestado su impotencia para dar soluciones humanitarias a
la crisis de los refugiados desplazados por la guerra.
La hipótesis de los caballos de Troya que estaría instalando
el terrorismo en Europa por las migraciones que por décadas han llegado a la
Unión Europea, se ha comprobado después de los atentados de París y hoy en
Bruselas, porque las células terroristas ya estarían actuando en Europa.
Los fundamentalistas suicidas están amenazando a los
infieles, es guerra santa y por eso, con ellos no cabe la diplomacia y haber
pensado en que podían ser instrumentos funcionales a quien los financiase, se
ha.demostrado como un gran error geopolítico.
El dilema es si Europa y EEUU están por una solución de
fuerza que les haga perder su democracia y sus.principios o si se busca
desmantelar el conflicto dando apoyo a los países para construir la paz, pero
ello significaría reconocer a Palestina como Estado para que las banderas
negras de ISIS se cambien por las de la paz, tantas veces aplastada por el
fanatismo militarista de Israel. Si el mundo rompiera ese nudo ciego la
propuesta vengativa del fundamentalismo del EI sería destruido con el peso de
la paz regional.
Las potencias deben resignar sus ambiciones para lograr esos
equilibrios, la sinrazón lleva a la destrucción de nuestra institucionalidad
democrática.