Reseña "Relatos de sillón" de Begoña Curiel

Formato: Versión Kindle

 

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Idioma: Español

ASIN: B01BPPQI7C

Querido lector, acomódate en tu sillón favorito, silencia el móvil, enciende tu eBook y disponte a disfrutar de la lectura. Begoña Curiel ha “re”-creado seis relatos que compiten entre sí por su intensidad y tensión. Seis escritos plagados de bellas imágenes y deliciosas metáforas para saborear con detenimiento.

La autora se ha dejado sentir cada historia, la ha hecho suya y, a continuación, la vertido en unos textos que conmueven al lector. Un catálogo de emociones que se adentran de forma natural: ternura, vulnerabilidad, añoranza, amor, culpa, rencor, ira, perdón, resentimiento, culpa otra vez y de nuevo perdón.

Begoña Curiel va desgranando la trama con calculada precisión. Los escritos giran y vuelve a girar acrecentando el interés del lector por conocer el desenlace de unos hechos afectados por el drama. En los  relatos ¿Por qué?y Rafael y el Estrecho, su condición de periodista la percibimos en la descripción de unas vidas marcadas por la tragedia.

Los personajes que pueblan estas historias evolucionan hacia estadios de comprensión mayor. En sus travesías por el desierto, en ocasiones, bordean los límites de la cordura. Tal ocurre en Espinas de rosa, Todos los martes, ¿Por qué? y, en algún grado, en Rafael y el Estrecho. La desesperación y aturdimiento les lleva a tomar decisiones que cambiarán su vida. En esos momentos se sienten morir, e incluso, llegan a desear morir.

En todos los casos, a pesar del rigor de sus vivencias, los protagonistas adquieren una visión comprensiva de su pasado, el cual justifica su devenir al final de cada relato. Lo normal ha de ser transcendido hacia un estado de conciencia superior.

Tal vez, el leitmotiv que da unidad a estos relatos lo encontramos en el influjo que el pasado ejerce sobre sus protagonistas. Las consecuencias de los actos pretéritos no resueltos vuelven como un boomerang en el futuro para cambiarlo todo. Su influjo impele a los personajes a huir hacia relaciones esporádicas (¿Por qué?), islas remotas (La isla de colores), profundidades marinas (Rafael y el Estrecho), o a un mundo de fantasía (Todos los martes). En el caso de Señoras de la limpieza, la incomprensión y rabia del inicio se torna, al final, en reconciliación y en Espinas de rosa se trata de un continuo que ocupa todo el relato. A través de estos escritos, la autora nos recuerda que todos tenemos un pasado al que habremos de enfrentarnos sin remisión.

Llegados al punto de presentar los relatos, cabe preguntarse, ¿dónde está el límite entre el indicio que despierta el interés por su lectura y el dato de más que anuncia lo que cada lector ha de encontrar? Seguiremos el sentido de prudencia que nos previene de contar en exceso.

Espinas de rosa

Begoña Curiel inicia este escrito con la descripción de una rosa singular que inunda los sentidos de la vista, del tacto y, cómo no, del olfato. A través del diálogo que mantienen dos personajes anónimos, entre los que se establece una relación de jerarquía (ella una mujer vulnerable e insegura y él un hombre indagador, sereno y consciente), asistimos al proceso de transformación, narrado de forma metafórica, de la mujer y la rosa protagonistas del relato.

Todos los martes

Elena tiene unos preciosos labios rojos “hechos para besar”. Es ésta una declaración de principios que marca la historia de la protagonista. Una existencia que se rige por un ritmo regular, asentada en el anhelo de que un martes todo cambie y la vida ofrezca un billete de tren hacia la felicidad.

¿Por qué?

La frase que inicia este relato es un golpe en el estómago: “Mi hijo nació un 30 de diciembre. Al día siguiente mi marido se suicidó”. Narrado a modo de diálogo entre “Ella” y “Él”, se asiste a una conversación entre la vida y muerte, el presente y el pasado, el adulto y el niño, el reproche y el perdón. La narración de los hechos se va desvelando poco a poco con giros dramáticos que el lector querría conjurar. ¿Por qué…?

Señoras de la limpieza

De acuerdo a una composición similar al de las muñecas matrioskas, Begoña Curiel engarza una historia dentro otra hasta conformar un conjunto ordenado. Un relato que conecta con la conciencia social, que confronta la hipocresía clasista y en el que una galleta se convierte en un símbolo del sentimiento de superioridad. Junto a ello, hallamos una reflexión acerca del paso del tiempo y el efecto que produce en las personas.

Rafael y el Estrecho

Rafael es un ser marino a quien su amor por el mar le ha convertido en el eterno ausente que suscita incomprensión en los demás. Conforme avanza el relato, el conflicto familiar se troca en el drama de la inmigración. El espacio donde transcurre su vida, el Estrecho, ahoga las ilusiones de muchas personas; seres humanos que huyen de un mundo carente de oportunidades hacia un continente celoso de su bienestar, sumido en la indiferencia.

La isla de los colores

Iván pinta porque lo necesita para respirar. Iván llegó a la isla y la transformó en un microcosmos de color. Iván tiene un pasado y la autora lo perfilará con tintes de suspense que producen intranquilidad. Iván huye.

En síntesis, esta es la visión personal de seis relatos cuya lectura os recomiendo con ilusión. Begoña Curiel, en el prólogo a la obra, aventura que en el futuro podrían ser más. Ganas hay de volvernos a sentar en este sugerente sillón.

UNETE



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