. Todos los medios de comunicación social,
diarios, radios, televisión, se ligan hoy al fenómeno masivo de las redes. Su
importancia es mayúscula para validar o funar situaciones o personas. La
noticia es hoy interactiva y las fuentes son múltiples, por lo que es difícil
para el periodismo comprobar la veracidad de muchos posteos que se multiplican
en las redes. Los memes son una nueva forma de sátira colectiva que pueden en
breves toques destruir la imagen del más conspicuo personaje.
En
política, las redes han comenzado a ser la plataforma más importante de
marketing, ya que, a través de ellas, es posible proyectarse a un público
potencial increíble y sorprendente. Ha surgido la cyber lucha entre posiciones
políticas, deportivas, valóricas, que reúnen cientos de personas que replican y
replican posteos, los que son medidos por las redes y que se instalan de pronto
como Trending topics, en un torbellino que puede difuminar energías al
infinito. Cada persona es un activista en potencia de su propio tema o interés
y si todos gritan al mismo tiempo, eso nunca llegará a ser un coro, sino quedará
en un simple chivateo.
Las redes sociales, como instrumento para actuar en coordinación de
acciones sociales, requieren de organización mínima y flexible. Lo primero es
generar una alfabetización digital que permita que los adultos mayores se
integren y aporten su experiencia lo cual es muy importante para que se
superen brechas generacionales y se conjugue el nato manejo tecnológico de los
jóvenes, con la sapiencia de los mayores.
Un
segundo momento es que las redes vayan fijando sus macroobjetivos, ideas fuerza
que vayan generando un marco que defina intereses, objetivos, propósitos. Las
redes son nodos que se aglutinan tras espacios de coincidencia. Siempre hay
miembros activos, administradores que van colocando temas, propuestas, debates, y
otros que más bien observan, vitrinean, escuchan, siguen, leen, comparten o
retwittean. Para que una red crezca se deben crear nodos y cada uno ir
generando su propia dinámica. Tras cada nodo están personas afines, con
realidades cercanas que van teniendo sus propios grupos de conversación.
Las
redes son sistemas que combinan las ideas convocantes con la autonomía de
cada nodo. El gran potencial es la coordinación de acciones para lograr un
efecto multiplicador, que cruce fronteras, estratos sociales y se convierta en
una organización virtual que ejerce poder en la realidad política y social.
Vale decir, las redes pueden llegar a ser una organización transversal, de
múltiples nodos, con poblaciones que adhieren a ideas aglutinantes y que pueden
ejercer acciones multitudinarias a través de una dirección que comparten los
asociados y seguidores de la red. Miremos, por ejemplo la red de emergencia que
se creó después del 27F como expresión desde la ciudadanía, su tópico es la
seguridad en emergencias, vertebrando sub redes a lo largo y ancho de Chile.
Otro ejemplo es Twittcafechile que es una red donde se debate y se informa
desde los espacios locales, pero con miradas a los planos nacional e
internacional. Esta red ha generado alianzas radiales con medios escritos, radios regionales y comunitarias; su impacto en las comunas de la V Región ha sido muy
importante, con debates permanentes de personeros de la política y de la
sociedad civil.
En
lo social una red puede pesar más que los partidos políticos. Esto se ha
evidenciado en expresiones mundiales de repudio al terrorismo, en convocatorias
exitosas a no comprar a los supermercados coludidos, bajo el hastag #SupermercadosVacíos
generó un hecho político efectivo, la gente se plegó y no fue a comprar. Similar coordinación se puede alcanzar
frente a otros abusos y hechos de corrupción que se conocen día a día.
Los
partidos políticos, entendiendo el potencial de las redes sociales, buscan usar
las redes para influir, hacer proselitismo y también distraer, desviando la
atención hacia temas marginales. Ya no les alcanza con una vocería
tradicional, hoy deben contar con cyber operadores que bloqueen las
marejadas en contra, busquen el flanco débil de los adversarios en las redes,
las infiltren y las distorsionen. Una verdadera guerra se desarrolla en la
virtualidad y el cyber espacio sirve a campañas del terror o a montajes
noticiosos que lleven la atención hacia otros hechos.
En
estos escenarios, es posible hacer de las redes un sistema de conectividad
espiritual e ideológica, donde diversos grupos e individuos suman
voluntariamente acciones para objetivos de bien común, lo que se define
como la idea fuerza de la organización. La Educación Cívica a través de las
redes debe adaptarse al mensaje motivador, concreto, que remezca emocionalmente.
Detrás de un mensaje debe haber un hilo conductor, un hecho, una lectura en
profundidad. La eficacia de un post de 140 caracteres lo va marcando la
secuencia de comentarios y reply que provoque, la red crece en seguidores, pero
también en detractores y siempre se debe enfrentar el debate sin descalificaciones,
pontificación ni dogmatismo. En la medida que las personas se suman a ideas,
surge la mancomunión de propósitos y ello puede aterrizar en la vida real en acciones conjuntas, por ejemplo,en una moderna campaña ciudadana de no violencia
activa. La ciudadanía puede darse cuenta del inmenso poder que significa actuar en contra de los poderes abusivos, al unísono, cuando se comprueba que el llamado
fue exitoso o cuando la autoridad recula y suspende las medidas frente a la
oposición recibida.
Los
grupos de interés pueden crecer y profundizar su colaboración entre los
miembros o seguidores de una red. Ejemplos de esto son los grupos que abogan
por la libertad de las madres a amamantar en lugares públicos, con repudio a la
medida en contrario que ha fijado este gobierno. También es evidencia, que puede circular en estas
redes sociales el conocimiento alternativo sobre salud, alimentación,
seguridad. Rechazar el plástico, los transgénicos, campañas para volver a las bolsas de género o a los envases de vidrio, se masifican en este fenómeno digital. Las redes se pueden sintonizar, coordinarse en un común denominador, para actuar como un cuerpo gigante se
contra abusos del sistema oficial, con boicot de compra, denuncias ciudadanas,
petitorios masivos ante los medios, ante los concejos comunales, la
Contraloría, los GORE, las Fiscalías.En esta línea de pensamiento, surge las preguntas ¿Podrá la sociedad civil articular poder político para incidir en el sistema? ¿Lograrán las redes sociales llamar a votar por opciones ciudadanas, rompiendo el duopolio?
Las
redes pueden desde la sociedad civil apoyar candidatos que vayan por vía
alternativa al duopolio, generando campañas pro voto, que puedan sacar a los
malos políticos por su propio peso. En este mismo sentido pueden neutralizar a
los que plantean no votar, marcar el voto, en campañas que sólo lleva a
confusión y sirven a los poderes del statu quo.
Comprar
juntos, defender las farmacias populares, auspiciar el poder vecinal, son
vetas a trabajar en las redes sociales, rechazar la firma inconsulta del Acuerdo Transpacífico, pedir transparencia en los planos reguladores de las comunas, son caminos de cooperación ciudadana a través de las redes sociales. El comercio justo, la recuperación de
los negocios de barrios y las ferias populares, las denuncias ante la
Contraloría General de la República o las Superintendencias, son acciones
potentes de las redes sociales. No es casual entonces que las redes sociales
sean percibidas como peligrosas por Estados Autocráticos o dictatoriales y que los
poderes fácticos pretendan limitar su uso con eventuales censuras de contenidos
por parte de los proveedores de las plataformas. Ha sido la situación de China,
Cuba, Venezuela, países árabes, donde el acceso a la Internet siempre ha sido o
prohibido o censurado.
Mucho
más que un #hastag, mucho más que una catarsis de humor, mucho más que
frases ingeniosas, las redes sociales son un camino para el civismo moderno, espacio
abierto donde se puede converger con debates, se pueden generar nuevos
liderazgos y donde se pueden forjar compromisos de no violencia activa, que
vayan sintiéndose como un redoble de tambores desde el centro de la tierra.
Periodismo Independiente 02022016