Título: La cena
Título: La cena
. No da respuestas, no es su intención dar clases de moralidad. Simplemente expone una situación. Una que bien podría ser cercana a cualquiera de los dueños de los ojos que devoran las páginas de sus libros con la intriga propia del que quiere saber cómo se desarrolla y en qué concluye la trama de la novela. Un llamado a la reflexión o tal vez una suerte de autoanálisis en la que el lector no puede evitar cuestionarse, entre otras muchas preguntas, ¿qué haría si me enfrentara a esa situación? ¿Se puede justificar semejante despliegue de violencia?
Con obras como El transeúnte (1985), Los complementos Rojos, María Montanelli (1989) o Comer con Emma (2000), Herman Koch se dio a conocer en Holanda llegando a ser considerado un referente de la narrativa de los Países Bajos. Pero fue La cena,traducida a más de veinte idiomas, la novela que le valió el reconocimiento internacional. Trayecto exitoso que seguirían libros como La casa de verano con piscina (2011) o Estimado Sr M (2014); novelas que al igual que La cena también siembran dudas en el leyente.Impactante y polémica. Estos sean tal vez los adjetivos más adecuados para presentar La cena. Una historia que mantiene latiendo constantemente en la cabeza del lector la frase a modo de pregunta: ¿El hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe? Dos hermanos se reúnen con sus respectivas esposas en un restaurante de lujo para resolver un conflicto que los vincula más allá de su parentesco familiar: sus hijos adolescentes han asesinado a una indigente en un cajero.Narrada a través de la voz de Paul, el lector irá conociendo a lo largo de la cena los entresijos familiares para terminar comprendiendo que nada ni nadie es lo que parece. Ni los buenos son tan buenos, ni los que aparentaban ser malos son tan despreciables. Celos, envidia, rechazo: sentimientos camuflados bajo la máscara de la apariencia que sin embargo, cuando se presenta un conflicto de unas dimensiones tan sumamente dramáticas y crueles, no lograrán seguir manteniéndose en la clandestinidad. La falsedad y la falta de escrúpulos irán tomando protagonismo hasta revelar la complejidad de los protagonistas.Una crítica social, una ofrenda a la hipocresía, que muestra como el peligro que corre un ser amado, un hijo, puede tambalear la racionalidad y los principios éticos y morales de cada uno de los personajes. Porque, ¿hasta dónde es capaz de llegar un padre para proteger a su hijo?