...Aflora la preocupación de la ultraderecha que ve que sus aliados encubiertos, los políticos que ha financiado, pierden el control de la opinión pública y que una rebeldía ciudadana comienza a amenazar sus feudos corporativos... Del otro lado, la cínica pseudo izquierda con fines de lucro, no para de utilizar el consignismo de los setenta, apelando a victimizarse con la dictadura, si ello sirve a sus propósitos.