La ruta de la corrupción y los
abusos cruza por demasiados casos en los que grupos económicos se han coludido
para perjudicar a los consumidores y usuarios. La legislación laxa o la
inexistencia de norma, genera impunidad. Emblemática resultó la sentencia a
“clases de ética” que se fijó para los ejecutivos de las farmacias
coludidas. La lista es larga y pasa por
los cargos en las facturaciones de servicios, por el papel higiénico, los
pollos, el asfalto que se usa en las obras viales, en la carne que distribuyen
los supermercados, suma y sigue.
En la jornada del 10 de Enero,
#10E , la reacción ciudadana de boicot a los supermercados coludidos – en las
redes circuló masivamente a través de los hashtag #SupermercadosVacíos
#Colusión Ciudadana, #10E- no obedeció a ninguna convocatoria formulada desde
alguna coordinadora central , sino fue expresión multitudinaria que circuló a
través de las personas, de organizaciones sociales, en una comunicación masiva
que fue creciendo a nivel nacional, como una fuerte reacción cívica frente a la
colusión de los supermercados detectada por la Fiscalía Nacional Económica.
Durante ese domingo 10 el debate
en las redes sociales fue constante. Algunos pocos medios habían dado a conocer
la convocatoria el día anterior, pero la televisión abierta matinal, como
Estado Nacional por ejemplo, no hicieron mención a este fenómeno social que ya
a esa hora se encendía. Las redes sociales son explosivas y se convirtieron en
cientos de miles de “David contra Goliat”, marcando tendencia y, más allá de lo
coyuntural, hicieron aflorar latentes propuestas cívicas de fondo, tales como, expectativas
de articulación ciudadana para intervenir en política rompiendo el statuo quo, con un impacto a los pilares de la
institucionalidad, exigiendo “recuperación de la República” con “un Estado Fiscalizador efectivo”.
Dentro de la jornada cívica que
se vivió en las redes sociales, se extrañó la carencia de un Defensor del
Pueblo y se expuso la falta de voluntad política de los gobiernos que durante
más de 15 años han dejado dormir el proyecto que crea el Ombudsman para Chile.
Del mismo modo, se ironizó con el débil rol del SERNAC frente a los abusos y el
bloqueo metódico que se ha hecho a la participación de las Asociaciones de
Consumidores. La explicación a esta legislación desequilibrada que favorece a
los grupos económicos fue obvia. El año 2015 abrió la caja de Pandora de la
corrupción en Chile y la serie de hechos investigados por la Justicia dan
cuenta del porqué este estado de cosas. La política, cooptada por lo grupos que
financian legal o ilegalmente las campañas políticas, está impedida de actuar e
contra de la mano que le da de comer. Esa es la lectura desde la clase media
que se expresó en ese #10E, en forma dispersa, transversal, sin que nadie pueda
arrogarse la conducción de nada, simplemente la gente queriendo castigar a los
poderosos en el único punto sensible que les puede doler, su bolsillo, sus
facturaciones.
Y el resultado fue auspicioso y,
pese a que una golondrina no hace verano, en este caso fue un primer paso que
abrió un camino eficaz. Las redes sociales han levantado próximas jornadas de
boicot, exigiendo que se legisle de cara a la ciudadanía y que se castigue los
delitos de cuello y corbata con los estándares OCDE o USA, es decir con penas
de cárcel efectiva y multas ejemplares. La ciudadanía quiere que se corte la
chacota.
14/01/2016
Hernán Narbona Véliz, Periodismo Independiente, @hnarbona en Twitter.