Nos encontrábamos en las vísperas del primer mes de duelo por el descenso de River, y aún con la desilusión de la Copa América. Pendientes del anunciado despido de Batista y con las expectativas de su posible sucesor. Sin embargo las noticias cambiaban repentinamente el rumbo. Lo que veíamos en todos los medios y hasta en las redes sociales parecía un chiste de mal gusto. La AFA anunciaba un nuevo torneo para el fútbol argentino que uniría la Primera División y el Nacional B. Comenzaron las críticas y las especulaciones, se buscaba a los responsables y el porqué de semejante disparate. El rechazo fue total y el gran culpable parecía ser el descenso de uno de los clubes más importantes del país. El mismo Cherquis Bialo aseguró que “si River no descendía esto no se hubiera decidido” Otros decían que la orden venía desde el gobierno. Lo cierto es que más allá de las razones, este megatorneo tenía letra chica.