Educación y política son dos términos que parecieran divergentes pero que bien vistos, deberían ser complementarios, no excluyentes. Una persona educada es una amable y atenta. Una persona que tiene actitudes políticas o de quien se dice que es muy político, igual es atenta y amable. Es decir, casi podrían ser sinónimos de política y educación las expresiones atentas y amables, pero no, no se agotan ahí.