Durante la Cumbre de las Américas en Mar Del Plata,
Argentina el año 2005, varios países, incluyendo Panamá, proponen al debate el
establecimiento definitivo del Área de Libre
Comercio Americana,
mejor conocido como ALCA.
Esta discusión termina, tal y como los sectores
de la izquierda latinoamericana narran, con la derrota de la iniciativa, que más
nunca es tratada en éstos foros. Desde
entonces, siempre se habla de la derrota del ALCA. Incluso, en la VII Cumbre de las Américas celebrada
en Panamá, como parte de los actos de la cumbre paralela denominada “Cumbre de los Pueblos etc.”, se celebró por
parte de los participantes el décimo aniversario de la “gesta”.
Pues resulta que, en la reciente y mencionada
anteriormente cita hemisférica, sucedió todo lo
contrario. Mientras que los países
que integran o simpatizan con la denominada
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América, mejor conocida como ALBA, intentaban mantener un discurso
insostenible, Cuba a través de su Presidente en ejercicio, Presidente
del Consejo de Estado y de Ministros de la República y Secretario del Partido
Comunista, enfiló un discurso que luego de una larga reflexión histórica, fue
un verdadero puente para el reestablecimiento de las relaciones entre su país y
los Estados Unidos, cuyo mandatario hizo, palabras más, palabras menos, lo
mismo.
De nada sirvieron los discursos trasnochados y extemporáneos
de gobernantes como la de Argentina, que resultó patético al menos, o el de
Venezuela, que luego de mucha retórica terminó pidiendo el mismo trato que a
Cuba.
Sin discurso,
así quedo el ALBA. Sin razón de
ser. Sin alma. Se acabó. 'La Guerra Fría ha
terminado,' proclamó el presidente de la potencia del norte
Barack Obama, secundado por el eterno comandante del ejercito cubano, ahora
entronado presidente que, junto a Fidel Castro, El “Che” Guevara, Camilo
Cienfuegos, El Gringo y el Español, bajaron de la Sierra Maestra aquel 1 de
enero de 1959.
Ni los castristas más ortodoxos ni el exilio
cubano de la Florida quedaron satisfechos.
En adelante conocidos como “victimas colaterales” de la búsqueda de este
entendimiento.
Ya Estados Unidos ha ensayado estas acciones
con países como China y Vietnam.
Terminaron devolviendo el Canal de Panamá, visitado placenteramente por
el propio Obama. Esta es una rota sin retorno.
Seamos honestos. El régimen de los Castro está lejos de caer.
Sin una oposición unida o al menos con un acuerdo fundamental que los una en
temas específicos, va a ser complicado.
La verdadera invasión a Cuba va a ser completamente económica. Las grandes franquicias, los centros de
diversión, el cine de Hollywood. Ahí es donde va a iniciar un cambio que si podría
sacar de la primera fila a unos y a otros.
El resto de los países que integran el ALBA
deben entender que todo terminó.
Incluso, la visita a la reunión en Jamaica que previamente realizara el presidente
OBAMA con la Comunidad del Caribe (CARICOM por sus siglas en francés), es una
forma de ir acabando con la otra iniciativa impulsada desde Caracas, el
denominado PETROCaribe, que a través de un trato preferencial en la venta de
derivados del crudo, se ha convertido en una forma de mantener las lealtades de
ese grupo, sobre todo a la hora de las votaciones cruciales en la Organización
de los Estados Americanos.
Yo quisiera proponer a nuestros gobernantes o
autoridades municipales, que en el mismo Centro de Convenciones ATLAPA,
enterremos una capsula del tiempo, que por cierto, que yo sepa no tenemos ni
una, donde en unos 100 años nuestras futuras generaciones puedan ver videos,
fotos, recuerdos y otros de los discursos y actividades de un evento hemisférico
que será irrepetible.
A esto me gustaría proponer que se adicione
vistas de la ciudad de Panamá tal como es hoy, los periódicos del día, incluso
de otros países para que los panameños del futuro puedan entender la magnitud
de lo que aquí pasó.
Como buenos panameños, no podríamos hacer algo así
sin ponerle una placa conmemorativa.
Esta vez la situación si lo merece.
Me gustaría que la misma dijera lo que todo el mundo terminara
entendiendo tarde o temprano: 'Aquí fue
donde terminó La Guerra Fría'.
Ahora, pecando de ambicioso, creo que también
podríamos hacer un pequeño espacio para algo que quizás, es un poco más
entendible para nuestro tiempo, pero no menos importante. Tengo claro que por algún tiempo, será como
un cadáver insepulto, pero la verdad es que hay que se puede y se debe
proclamar desde ya: “Aquí fue donde murió
el ALBA”.
Publicado por el Diario Panamá Americé el 16 de abril de 2015.