No por esperada deja de ser triste la noticia de la intervención, aunque a algunos no les guste la palabra, de la CAM. No es la primera vez desde el inicio de la crisis que vivimos esta situación con una caja de ahorros, pero sí la que más nos toca a los murcianos por el arraigo tan importante que tiene en el arco mediterráneo.
Hoy toca a su fin meses y meses de incertidumbre y de noticias confusas que no han servido de mucha ayuda ni a los clientes ni a la propia entidad, pero lo que sí debemos tener claro es que esta nacionalización debe servir de tranquilidad a todos aquellos que aún conservan depósitos en la Caja y a los que mantienen sus posiciones de nóminas y pequeños ahorros, a todos en general.
El Estado a través del FROB con la inyección de dinero que introduce, y con la gestión total por parte de los nuevos administradores, seguirá con el proceso que hemos vivido en CCM y CajaSur, insistiendo y haciendo una llamada a la tranquilidad, pues es ésta situación la mejor que podía ocurrir o como nos gusta decir, la menos mala de todas.
Garantía de seguridad, ahora más que nunca con esos ya famosos 2.800 millones de euros que dan confianza, a partir de ahora quedará el proceso de recapitalizarla y venderla. La historia, como la vida, continúa, y el tiempo nos dirá, Descansemos de incertidumbres y ahora PAZ.