Siempre, a lo largo de mi existencia, vi marchas y manifestaciones públicas masivas reclamando sobre todo Justicia. A quienes vi manifestarse en esos actos, lo hacían para mostrar a cuantos estaba afectando la situación que pretendían modificar, mostrándose todos juntos: conductores y conducidos. Siempre los reclamos iban dirigidos a quienes tenían el poder de cambiar el estado de cosas que los impulsaba a ganar la calle, es decir, a los máximos representantes del poder político.