Biografía del autor alicantino Nicolás de Jesús Belando

Nicolás de Jesús Belando, natural de Alicante, fue un religioso franciscano descalzo, escritor e historiador español del siglo XVIII. Entre sus obras, algunas inéditas, destacan: Historia civil de España y sucesos de guerra y tratados de la paz desde el año mil setecientos treinta y tres (Madrid: Manuel Fernández, 1740-1744, 3 vols.), que trata sobre la Guerra de Sucesión Española y cuyo tercer volumen fue denunciado por un jesuita y prohibido el 6 de febrero de 1744 por la Inquisición; el 6 de diciembre fue penitenciado por esta causa y desterrado de la Corte cuatro años.

 

. Entre sus obras, algunas inéditas, destacan: Historia civil de España y sucesos de guerra y tratados de la paz desde el año mil setecientos treinta y tres (Madrid: Manuel Fernández, 1740-1744, 3 vols.), que trata sobre la Guerra de Sucesión Española y cuyo tercer volumen fue denunciado por un jesuita y prohibido el 6 de febrero de 1744 por la Inquisición; el 6 de diciembre fue penitenciado por esta causa y desterrado de la Corte cuatro años.
Este tomo fue resumido y comentado en un escrito inédito de Melchor de Macanaz, pensador y escritor político español del siglo XVIII que llegó a ser fiscal del Consejo de Castilla en el reinado del rey Felipe V, quien le notó sus numerosas omisiones, disimulos y prudencias: “Los males, daños y perjuicios que ha ocasionado a la España, a su Iglesia y a su Rey los Extranjeros que han tenido manejo en el Ministerio español. Todo en las notas puestas a la Historia civil de España que compuso el R. P. Fr. Nicolás de Jesús Belando, del orden de NPS Francisco y comprende el reinado de don Felipe Quinto, manuscrito fechado el 20 de octubre de 1744 (BN, Mss., 2768)”.

El 18 de enero de 1746, la Gaceta de Madrid anunciaba la venta de su nuevo libro: Actos Christianos para conseguir la verdadera felicidad.

Breve apunte sobre un episodio de la Guerra de Sucesión en el Castillo de Guadalest 1708:

“En el reino de Valencia…aún no se habían sosegado los pueblos, por la grande inquietud que causaban los voluntarios, los cuáles quisieron apoderarse del Castillo de Guadalest. Hállese este Castillo en una situación ventajosa y en la tierra más montañosa de aquel Reino, y aunque los voluntarios lo ocuparon el día 11 de abril del mismo 1708, después fue don Tomás Salgado, coronel de Caballería, y consiguió desalojarlos de la villa y Castillo. Sin embargo de esto, no pasó mucho tiempo que, unidos los voluntarios en mayor numero, volvieron a ocupar dicha villa, y se apoderaron otra vez del Castillo. Lo cual entendido por don Pedro Ronquillo, que mandaba en aquella parte del Júcar, acudió a extinguir la insolencia de aquellos hombres.

Determinaron este comandante a salir con su idea, aunque fuese a toda costa, embistió dicho Castillo, y resistiendo los voluntarios con pertinacia, el medio más suave que se discurrió para vencerlos fue aplicar algunos barriles de pólvora, y dándoles fuego, se entregó el Castillo, y la Población a las llamas, entre las cuáles acabaron como unos cientos de voluntarios, y los demás quedaron escarmentados y dispersos por aquellos montes.”

Nicolás de Jesús Belando

UNETE



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