Evidentemente los siguientes trastornos alimenticios
tienen su base en alteraciones psicológicas, las cuales llevan a generar una
imagen distorsionada del individuo, el cual se percibe obeso, feo y la mayoría
de las veces no encuentra su lugar en la sociedad. Es importante mencionar que
tanto la anorexia (Anorexia Nerviosa) como la bulimia (Bulimia Nerviosa) se
presentan predominantemente en mujeres, llegando a ocupar el 90% de los casos,
quizá por el medio en que están inmersas y en gran medida por los estereotipos
que a diario se observan en los medios de comunicación, donde una mujer con
características cadavéricas es señal de éxito.
Ambos padecimientos son alteraciones
tanto a nivel de la elección de los alimentos, como en la percepción que
presenta el individuo de sí mismo, la anorexia es caracterizada por una
restricción calórica extrema, acompañada de un rechazo total a los alimentos
ricos en energía, con las consecuencias endocrinas que la pérdida de peso en
extremo conllevan. El paciente bulímico tiene episodios de excesivo consumo de
alimento "atracones" posterior a ellos siguen purgas y vómitos
producidos de forma intencional.
Otro grupo de trastornos son caracterizados por
atracones, sin ocasionar vómito o purgas, denominados BED (Binge Eating
Disorder) la mayoría de las mujeres que experimentan BED desarrollaron obesidad
en algún momento de su vida, así mismo, se ha reportado que han tenido
comportamiento cíclico en relación a su peso corporal, es decir, han pasado por
etapas de obesidad, sobrepeso y peso adecuado, repitiendo el patrón cíclico.
Los estudios realizados a personas con los desordenes
mencionados anteriormente muestran una disociación entre las respuestas a
estímulos gustativos y los patrones de alimentación, los pacientes bulímicos y
anoréxicos muestran una clara preferencia por las soluciones dulces, sin
embargo la posibilidad de ingerir este tipo de soluciones es excluida de forma
inmediata, en el caso de la bulimia y el trastorno del atracón, los pacientes
tienen preferencia hacia los alimentos dulces y ricos en grasa, sin embargo las
dietas estrictas a las que se someten y solo son consumidos durante los
episodios del atracón.
De forma similar se han observado conductas patológicas
en los pacientes anoréxicos, los cuales reportan únicamente atracción por los
alimentos percibidos como nutritivos como granos, vegetales y frutas.
Observaciones clínicas han mostrado que las mujeres anoréxicas tienen un alto
consumo de ensaladas, fruta fresca, queso y huevos, sin embargo, la leche y la
carne son abolidos de forma total.
En cambio el consumo de alimentos ricos
en energía como lo mantecados, carne, donas (pan dulce en general), ensaladas,
chocolate, galletas, cereales y leche, son encontrados en pacientes con
episodios de atracón. Los pacientes con bulimia reportan alto consumo de
pasteles, chocolate, donas, bebidas carbonatas. Como podemos apreciar estos
pacientes tienen cambios evidentes en los mecanismos que regulan la elección
alimenticia, faltan estudios enfocados en la conducta alimenticia, puesto que
dentro de esta conducta podemos encontrar varias fases, como son la exploración
del alimento, el consumo y la saciedad. Deben de existir cambios en más de
algunas de las etapas mencionadas anteriormente.
Existen pruebas experimentales que
muestran una relación directa entre la anorexia y bulimia, con una reducción
significativa en el número de papilas fungiformes en la lengua de humanos con
estos padecimientos. Estos estudios fueron realizados tomando una fotografía
digital de la lengua, la cual fue teñida con colorante de cocina normal, es
decir, no se diseco ni se lastimo a ninguno de los pacientes contemplados en el
estudio. Los resultados muestran un
comportamiento muy interesante en los cuales podemos observar que
los pacientes anoréxicos presentan una mayor reducción en el número de papilas,
siendo menor en los pacientes con bulimia, probablemente este comportamiento se
deba al grado de malnutrición o desnutrición que presenten dichos pacientes, las alteraciones en la percepción gustativa en este tipo de padecimientos pueden llegar a ser muy serias, llegando a alterar de forma permanente la plasticidad del sistema gustativo.