En la comedia “La rana” Esquilo y Euripides se enfrentan por demostrar quién es el mejor poeta del inframundo, el único digno de sentarse a la mesa de Hades, más allá de la sátira y del ingenio que caracteriza a Aristofenes, el enfrentamiento por demás es simbólico pues confronta dos voces que todavía se contraponen en nuestros tiempos.