.org/?p=5601■ Padilla, Juan Carlos – EntrevistaPublicado el 2/09/2014 por mastereld | -Cat: Escritores
Entrevista concedida a ELD con motivo del encuentro literario en torno a su última novela El siglo de los indomables
¿Qué diferencia a los escritores frente a otros campos artísticos o humanistas?El escritor trata de traducir ideas y sensaciones a palabras y eso condiciona una expresión especial, una forma distinta de elaborar la realidad. Quizá más reflexiva, más comprometida.¿Cuándo decidió decantarse por la escritura? ¿Quiénes han sido sus modelos o maestros?Yo comencé escribiendo relatos de ciencia ficción en mi adolescencia. Escribo muchos relatos cortos y, de vez en cuando, acometo una narración larga.Me gustan especialmente los escritores que aderezan sus narraciones con lenguaje elaborado, poético en ocasiones. Por eso me gusta la literatura sudamericana (Mario Vargas Llosa, Borges, sobre todo GG Marquez) y autores como Ruiz Zafón o Juan Manuel de Prada.¿Cuáles son los géneros literarios que desarrolla y en cuál de ellos trasmite mejor sus ideas? ¿Pertenece a una escuela, corriente o tendencia determinada?Me encanta escribir cuentos, una narración concentrada de una idea, conteniendo descripciones a veces difíciles de sintetizar. Cada cuento es un reto, sin duda. No creo pertenecer a ninguna tendencia en especial, si acaso me acerco al realismo, aunque no mágico.¿Para ser escritor hay que ser buen lector? Aconséjenos 3 libros imprescindibles.Sin duda. El amor en los tiempos del cólera, Gabo. Travesuras de la niña mala, de Vargas Llosa. Algo reciente: EL tango de la guardia vieja, Perez Reverte.¿Qué precisa para ponerse a escribir? ¿Cuáles son sus rituales, si tiene alguno? ¿Hay algún secreto que le convierte cada noche en escritor?Soy un búho, nocturno. Quietud, mi ambiente, mi música especialmente seleccionada en función de mi estado de ánimo y el tema a tratar e ilusión, ganas de progresar en una trama, de hacer llegar al lector los sentimientos que experimento.¿Cuál es su forma de trabajo: usa un mapa o brújula, improvisa o planifica? ¿Se deja llevar por las musas o camina totalmente a ciegas?Improviso. Tengo una idea general de la línea argumental, pero dejo vagar la imaginación, deambular a los personajes por el ámbito diseñado, que crezcan, que se expresen, que actúen, aunque a veces se separen del destino que yo había previsto para ellos.¿Cuáles son los hitos relevantes que destacaría en su aventura literaria?El primer premio que me concedieron: me estimuló mucho para seguir. La aceptación de mi agente literaria, un hecho muy relevante para mí, y el día en que editorial Planeta depositó su confianza en mí.Las editoriales ¿son el campo de batalla del escritor? Los premios ¿son males necesarios en la carrera de un escritor?Las editoriales son necesarias en este mundo tan competitivo y difícil. Mi experiencia con Planeta es excelente, solo he encontrado comprensión, colaboración y cariño, pese a no ser nadie en el mundo literario. En cuanto a los premios creo que son un ingrediente más de un ámbito en el que la oferta es muy superior a una demanda cada vez más escasa.¿Qué le gustaría que olvidaran en el futuro de su actividad literaria? ¿Qué quedará de su obra para la posteridad a pesar suyo?Yo no suprimiría una letra de lo escrito. Cada obra responde a un momento de mi vida y tiene, aunque solo sea para mí, un importante valor histórico. Ojalá queden sentimientos plasmados en papel…¿Qué palabra o concepto le caracteriza como escritor?: ¿se considera un escritor creativo, original, optimista, fantasioso, soñador, imaginativo, idealista, etcétera?Creo que soy imaginativo, un punto idealista, pelín barroco, soñador. Intento, con poco éxito, ser conciso. Y, desde luego, humilde. Me considero –sinceramente- poco más que un aprendiz.¿Cómo se definiría a sí mismo? ¿Cuál es su mejor valor en el campo literario? ¿Y en lo humano?El entusiasmo, las ganas de aprender. Escribo porque me apasiona, porque obtengo placer, sin pensar en si alguien va a leer alguna vez aquello que imagino. Intento ser exigente conmigo mismo, pero, sobre todo, disfrutar con lo que hago.