.blogspot.com/2011/07/recuperar-la-universidad-de-chile-como.html">Recuperar la Universidad de Chile como pivote nacional, laico y de excelencia.
Reflexión: concentremos los esfuerzos en recuperar la Universidad de Chile, nacional, laica, de excelencia y gratuita.
de Hernan Narbona Veliz, el Domingo, 03 de julio de 2011 a las 0:12
Preocupa el desgobierno que se advierte frente al movimiento social que se extiende y abarca nuevos temas.
Sectores
anarquistas están desorientando las demandas y todos suman sus
particulares intereses. Siendo realistas, buscando hacer política de
Estado, propongo centrar los petitorios para la educación superior en la
recuperación de lo que fuera desde su fundación la Universidad de
Chile, alma mater de la educación superior chilena.
Recuperar su organización nacional, volviendo a integrar en su seno a
las sedes regionales que asumieron proyectos dislocados, contaminados
con criterios mercantilistas que llevaron a inventar carreras sin
destino.
Si
la UCH se recupera se estaría regulando el mercado de la educación con
un hito de comparación, de calidad, que vuelva a las funciones
intrínsecas del ser universitario, con una visión pluralista y crítica
de la sociedad, con investigación dura, con desarrollo científico, con
asistencia técnica adecuada a las realidades regionales, pero dentro de
cánones de excelencia académica, captando a través de la inversión
pública los mejores puntajes, pero con exigencias de rendimiento y
trabajo académico y estudiantil que la destaquen como el punto de
comparación para toda la comunidad.
Sin
caer en populismos ni demagogias como esas rancias consignas de
universidad para todos. busquemos en la recuperación de la Universidad
de Chile un hito de meritocracia, en el que exista la gratuidad, pero
ligada al rendimiento académico.
¿Podrá
un gobierno de centro derecha cambiar en lo medular un sistema
educacional cruzado por intereses creados de todos los sectores
políticos?
Por
lo menos, yo sugeriría, como lo he expuesto, recuperar la Universidad
de Chile como la gran universidad estatal volviendo a vertebrarla con
todas sus antiguas sedes regionales, como un pivote laico y de
excelencia en el que puedan estudiar con gratuidad los que tengan los
mejores puntajes nacionales, es decir una alternativa al mercado de las
privadas y primera opción para los más capaces, marcando pauta de
calidad y espíritu universitario integral.
Si
el Estado se concentra en un megaproyecto de este nivel, regulará el
mercado y si, además, le agrega una fiscalización y descentralización
eficaz al sistema todo, se podrá avanzar en la modernización del
sector educativo en sus diversos niveles, manteniendo los derechos
adquiridos de los proyectos existentes y que se debe respetar en virtud
de la ley, desentrampando el conflicto hacia una solución seria que
abra compuertas para que todos los actores se vayan alineando en un
sistema basado en los contenidos y resultados, antes que en cálculos
economicistas y mercantiles como hasta ahora.
Un
gran desafío, pero en vez de andar parchando o demoliendo todo, lo
mejor sería concentrarse en recomponer la Universidad de Chile,
Universitas, como un faro que oriente a todo el sistema hacia el
mejoramiento continuo, limpiando en forma natural aquellos proyectos
que constituyen estafas a la fe pública, esos que actúan con una oferta
de servicios educativos que son simple parafernalia de marketing, sin
una sustancia de fondo. Y los propios jóvenes sabrán castigar esas malas opciones seudo-universitarias.
Una mirada libre a nuestro entorno