Primarias

Me gustaría pensar, que esta moda de hacer primarias, que se está imponiendo en algunos Partidos, no es una huida hacia delante de unos políticos que, con razón o sin ella, cada vez están más cuestionados por la ciudadanía, y obedece a un sentimiento profundamente democrático, que trata de abrir determinadas decisiones políticas a la sociedad que, hasta ahora, se tomaban en el ámbito de los aparatos de los Partidos. Sobre todo en un Partido, como el socialista, con un centro de poder potentísimo, que acaba arrasando cualquier iniciativa que desde las bases se pueda tomar, y muy alejado de los sentimientos ideológicos de sus afiliados, como el republicanismo o el federalismo, o la creencia de que la permanencia del estado de bienestar está por encima de cualquier decisión que trate de reformarlo. Este distanciamiento entre la dirección y las bases, es una de las cuestiones que el PSOE debería plantearse en un momento en que la sociedad reclama mayores cotas de participación y partidos políticos más transparentes. A nadie le ha de extrañar que, si la afiliación del Partido es cada vez más reducida y lo que queda se aleja de la dirección, su presencia sea casi testimonial en la sociedad y que la ciudadanía le esté dando la espalda. Si ni siquiera tienen contentos a sus afiliados, como van a tener al resto de los ciudadanos. Por eso, una reflexión en profundidad se debe instalar en los órganos de dirección del PSOE, y en el del resto de Partidos, que no están mucho mejor. 

 

. Sobre todo en un Partido, como el socialista, con un centro de poder potentísimo, que acaba arrasando cualquier iniciativa que desde las bases se pueda tomar, y muy alejado de los sentimientos ideológicos de sus afiliados, como el republicanismo o el federalismo, o la creencia de que la permanencia del estado de bienestar está por encima de cualquier decisión que trate de reformarlo. Este distanciamiento entre la dirección y las bases, es una de las cuestiones que el PSOE debería plantearse en un momento en que la sociedad reclama mayores cotas de participación y partidos políticos más transparentes. A nadie le ha de extrañar que, si la afiliación del Partido es cada vez más reducida y lo que queda se aleja de la dirección, su presencia sea casi testimonial en la sociedad y que la ciudadanía le esté dando la espalda. Si ni siquiera tienen contentos a sus afiliados, como van a tener al resto de los ciudadanos. Por eso, una reflexión en profundidad se debe instalar en los órganos de dirección del PSOE, y en el del resto de Partidos, que no están mucho mejor. 
                La primarias, a mi juicio, son un instrumento válido para abrir el Partido a los electores, que ya han sido interiorizadas, posiblemente, por la mayoría de los afiliados que no ven en ellas un peligro para su carreras políticas, pero no creo que estén del todo asimiladas por la dirección del PSOE, que ha llegado a ellas a regañadientes y poniendo muchas trabas, demasiadas, quizá, porque temen que es un proceso que si escapa a su control puede dar con ellos en la calle. Por eso proponen unas primarias que todavía van un poco a ciegas, a la espera de futuros acontecimientos, y, sobre todo, expectantes de lo que suceda en la Comunidad Valenciana, que ya ha convocado las suyas para el próximo mes de Marzo.

                Queda mucho camino por recorrer, sobre todo teniendo en cuenta que las primarias no pueden ser sólo un cambio estético, un lavado de cara hacia una modernidad que refresque el Partido. Aun reconociendo que eso vende muy bien en la sociedad actual, si sólo se queda en cambios que afectan a la imagen y no se plantean con claridad posiciones sobre temas de calado que están preocupando a la ciudadanía, y se sigue con la cantinela de “ahora no toca, no es el momento”, las primarias no servirán para nada, ni tendrán la respuesta ciudadana pretendida. El PSOE debe quitarse de encima la imagen de que va a remolque de los acontecimientos y pasar a explicar con claridad, concisión y escuetamente, para que todos lo entendamos, cuál es su modelo de sociedad para los años venideros, y, lo que es más importante, cómo pretende llegar a conseguirlo.

                Pero volvamos a las primarias. A mí me gustan, aunque creo que se van a quedar cortas, al no incluir las de candidato a la alcaldía de pueblos y ciudades. No tiene sentido que se pueda elegir al candidato a la presidencia autonómica o del gobierno de España, y no al referente político más cercano y conocido por los ciudadanos, como es el alcalde. Este es un vacío que se deberían plantear, si quieren dar una imagen completa de apertura a la participación, y, en muchos casos, si desean acabar con el tribalismo de familias políticas que tanto daño han hecho al Partido Socialista en los últimos años.

El proceso, ahora iniciado, y conejillo de Indias, de elección de candidato a la presidencia de la Generalitat Valenciana, hasta la fecha, me parece que está siendo pulcro. Con verdadera voluntad de ofrecer una imagen verídica de cambio a los ciudadanos, abriendo lo que hasta ahora era un coto muy cerrado de decisión interna (obvio el asamblearismo que rige actualmente, por ser fácilmente manipulable la toma de decisiones, y por tanto, a mi juicio, antidemocrático), a todos aquellos que quieran participar en un proceso que acabará con la elección de la persona que va a gobernar a los valencianos y valencianas en los cuatro años siguientes. Me consta que muchos militantes están haciendo un esfuerzo importante para que todo salga bien, convencidos de que este es el camino. Pero, visto desde fuera, se notan algunas carencias que se deberían tener en cuenta. Habiendo facilitado la inscripción en el censo, al dar la posibilidad de hacerlo por internet, lo que es muy importante, no se está generando la expectación necesaria. Si no se levanta cierto entusiasmo, las primarias serán un fracaso desde el punto de vista del acercamiento del Partido a la sociedad. Y para esto quizá fuera necesario un poco más de propaganda animando a la ciudadanía a inscribirse y a votar. La votación es el otro acto que no se ha solventado convenientemente. Tener que desplazarse a la sede del Partido para votar no anima especialmente a la gente. Por ello, al margen de otras soluciones para el día de la votación, no poder hacerlo por internet, en los tiempos que corren de vidas digitalizadas, es un atraso, que no genera, precisamente, buena imagen del Partido, y puede hacer que mucha gente, incluso inscrita en el censo, se desentienda de las primarias el día de la votación.

Al margen de todo lo expuesto y escrito para la reflexión. Me gustaría decir que el proceso de primarias abierto en el PSOE es un acierto, que aunque queda mucho camino por recorrer, va en la buena dirección de dar más protagonismo político a la sociedad, y debe marcar el primer paso para modificar las normas electorales que hay en el país, caducas y muy cerradas. La democracia tiene que ir por esta calle, mucho más en tiempos de redes sociales y nuevas tecnologías. Si no es así, acabará convirtiéndose en oligarquía y brecha social. Y entonces, cualquier cosa será posible.                 

UNETE



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