En homenaje al Gran Mariscal nacido un día como hoy

Antes de revisar algunas interpretaciones distintas a la historiografía oficial sobre la Batalla del Portete, comencemos por describir siquiera algo del ambiente social, económico y político del Perú, en 1828, que no era muy diferente al de la Gran Colombia, enorme estado fundado por Bolívar, al cual pertenecía lo que hoy es Ecuador. Manuel Bilbao, en su obra “Historia del General Salaverry”, (combatiente peruano en el Portete), expresa: “La palabra que debía producir la educación de las masas estaba monopolizada por dos poderes: el púlpito y la prensa.

 

. Manuel Bilbao, en su obra “Historia del General Salaverry”, (combatiente peruano en el Portete), expresa: “La palabra que debía producir la educación de las masas estaba monopolizada por dos poderes: el púlpito y la prensa.
Los curas desde sus cátedras la hacían llegar a los oídos de los ignorantes, preñadas de los errores y del fastidio de repetir lo que no entra por la razón. Siempre declamando y amenazando, la prensa la prostituía, empleándola para dilucidar cuestiones personales, en que los vicios privados se ventilaban como cuestiones de vital importancia, relajando de este modo el sentimiento honesto que fortifica el respeto del hombre para con el hombre…mientras las langostas del Estado se absorbían al estado” (ob. cit. pág. 180. Lima, 1853).

Está visto que los peruanos querían dos cosas: distraer la atención de los gobernados, sumidos en la desorganización y descalabro moral, y vencer a Bolívar para adueñarse de toda la Gran Colombia.

Respecto a la batalla del Portete, dice: “Esa misma tarde (el 25 de febrero de 1829), el General Plaza marchó sobre Girón con la vanguardia y el 26 se reunió el resto del ejército en ese pueblo. Plaza continuó su marcha sobre el Portete, a donde llegó sin contratiempo alguno, quedando para seguirle el resto del ejército”.

Pero todo el drama se desarrolló en el nudo del Portete: “La Mar apareció sobre la colina con una columna de cazadores, cuyo mando entregó a Salaverry y el resto del ejército que le seguía”. Enseguida dice: “Sucre hizo apresurar el paso, (desde Narancay al Portete) a la segunda división, llegó muy a tiempo y entrando a la carga, en unión con la primera división, arrollaron cuanto encontraron, poniendo en derrota a las fuerzas peruanas”.

Vale decir que es obvio que a Sucre no le convenía luchar en la pampa en situación numérica desigual y por ello vio que podía derrotar a los invasores en la cima y los encañonados del Portete hacia el sur, como en realidad sucedió.

Citemos a Nemesio Vargas, notable escritor peruano, quien en su obra “Historia del Perú Independiente” (Lima, 1912), señala: “Venciendo La Mar en el Portete habría labrado la desdicha de Sucre, según Soublette (oficial grancolombiano), pero se habría elevado al nivel de Bolívar, formando del Perú y el Ecuador un poderoso estado, sin rival por entonces en este continente…Dejar vencer a La Mar hubiera sido una torpeza política y también un suicidio voluntario. El poder de La Mar habría sido incontrastable en el Perú y fuera de él. Santa Cruz habría tenido que Salir de Bolivia” y luego anota: “La revolución que Gamarra hizo fue contra la legítima autoridad del virtuoso General La Mar, después de haber preparado su derrota en el Portete”. (Santa Cruz en un manifiesto en 1840. págs. 27 y 29).

La fuente que a continuación citamos es de suma importancia porque proviene del Estado Mayor General del Ejército del Perú, Quinta Sección, con el título, “Las tres campañas del norte, guerra con la Gran Colombia, 1828-1829. (Lima, 1931): “Cuando Sucre supo el 26 que Plaza se hallaba en Girón, partió de Narancay (Hoy km 8, comienzo del llano de Tarqui) hacia el sur para atacarlo; llegando al pueblo de Tarqui (hoy el centro parroquial con ese nombre) al anochecer del 26 tuvo conocimiento de que la División Plaza había dejado Girón y que ocupaba el Portete (hoy km 24-25); dispuso entonces que se efectuara una marcha de noche para cubrir rápidamente la distancia que lo separaba de su adversario y abordar la posición por sorpresa”.

“Por su parte, el General Plaza que ocupaba el Portete desde el 26, había hecho un minucioso reconocimiento del terreno, estableciendo sus batallones sobre las pendientes, cubriéndolos hacia adelante en la quebrada por varias compañías avanzadas. Dispuso que el batallón Callao se mantuviera en el Portete mismo, con una compañía avanzada en la quebrada del lado del enemigo y una de cazadores en las alturas inmediatamente a su izquierda”. Hay que señalar que para esa época la cobertura vegetal era completamente diferente a la actual, por eso se habla en este documento de “bosques impenetrables”.

Antonio José de Irisarri, célebre y polémico escritor guatemalteco (1786-1869) cita en su “Historia crítica del asesinato cometido en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho” (Bogotá, 1846): “La carrera militar de Sucre terminó en la gloriosa acción del Portete de Tarqui”. Irisarri y la mayoría de autores jamás conocieron el lugar y seguramente se basan en otros documentos.

El nombre de Tarqui figura como sitio de la famosa batalla, pero quizás lo interpretan como que el verdadero lugar del encuentro bélico, o sea el Portete, es parte de toda esa gran zona de aproximadamente 18 km de longitud. Incluso el Gran Mariscal en su obra “De mi propia mano”, cuando se dirige a Bolívar el 11 de marzo de 1829 en una carta, le manifiesta: “Después de la victoria de Tarqui mi primer cuidado fue atender a Pasto y cooperar con Ud. a la pacificación de esa provincia”. (ob. cit. pág. 377), pero en el parte de guerra anota: “A las cuatro y tres cuartos de la madrugada del 27 tuvimos que hacer alto a las inmediaciones del Portete, con la primera división de infantería compuesta de los batallones Rifles, Yaguachi y Caracas, para esperar a la segunda y la caballería, que se habían retardado sobre manera, cuando una descarga del enemigo sobre el escuadrón Cedeño fue el primer aviso de que Piedrahita se había extraviado y perdida su dirección”.

Prosigue el parte en donde no se habla de llanuras sino de breñas y colinas: “La posición del Portete de Tarqui es una alta colina con una quebrada a su frente que no permite el paso sino hombre a hombre: a su derecha unas breñas escarpadas del más difícil acceso, y a su izquierda un bosque todo cortado, por entre el cual está el desfiladero para Girón, y que es lo que propiamente llaman el Portete.

La división del General Plaza ocupaba la colina y las breñas de su derecha, dejando como impenetrable el bosque de su izquierda por la dificultad del paso de la quebrada. Reunidos Caracas y Yaguachi con Rifles, y dominando ya nuestros cazadores las breñas de la izquierda, se precipitaron simultáneamente a la carga, a la vez que lo hacía el escuadrón Cedeño bajo la dirección del Coronel O’ Leary. A este ataque violento todo plegó; y a las siete de la mañana no habían más peruanos sobre el campo de batalla: la fuga fue su única esperanza, y arrojándose por el Portete al desfiladero de Girón hallaron allí su sepulcro”.

César Pinos Espinozacesarpinose@hotmail.com
UNETE



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