“Teníamos
un déficit de reformas de al menos 17 años, el actual paquete de reformas es
admirable y de nivel mundial, pero no son para liderar el mundo si no para
poder competir a nivel global, mejorar la productividad. Llegan en un momento
oportuno”. Son palabras del Secretario General de la OCDE.
Destaca
el matiz, pues ciertamente las reformas no nos situaron como punta de lanza, solo
nos permitieron alcanzar al mundo. El reto es lo de competir globalmente, y
para ello debe lograrse la implementación exitosa de dichas reformas, pues solo
la financiera se encuentra lista para aportar al crecimiento.
En
2014, México espera crecer entre 3.5% y 4.0%. Es escaso para el país, pero
mucho mejor que lo logrado en 2013, y mayor que el pronóstico de 2.5% para
América Latina. En una óptica multianual, se trata de buenos números. Para lograrlo,
pendemos de dos factores: una responsabilidad y una esperanza.
La responsabilidad es de la SHCP, quien
deberá asegurarse de que el gasto público fluya con velocidad y precisión, lo
que incluye financiar con eficiencia, el déficit en que se le aprobó incurrir. Los
resultados se medirán en el mercado interno; máxime en la industria de la construcción
y en la actividad comercial.
La
esperanza es en la economía de Estados Unidos (USA), pues si continúa bien en
su recuperación, puede irnos aún mejor. Empero, si la Reserva Federal (FED) endurece
sus decisiones respecto al retiro de liquidez ya iniciado, se complicaría el
panorama mexicano y mundial.
México espera
que a la FED no se le vaya a pasar la mano, y el resto del mundo también. Un abrupto
retiro de dinero, estimularía la migración de capitales hacia USA y un alza en el
costo del dinero. Para México, lo segundo es más gravoso que lo primero, pues
daría al traste con la misión de la SHCP.
Tampoco
es un escenario fatalista, pues México tiene reservas y fundamentos
macroeconómicos sólidos para contener una crisis, pero sí habría consecuencias
de articulación y estrategia, pues se afectarían
la credibilidad y el contexto de las decisiones y acciones aún en curso.
Ahora, si
en USA se acelera la recuperación y con ello su sector industrial, entonces sí recibiríamos
un buen impulso extra, por nuestra industria manufacturera. Pero los números no
lucen para ello, pues nomás no logran reducir el desempleo ni aumentar la
inversión y el consumo privado.
Las
malas noticias en USA continúan siendo coyunturalmente buenas para México, pues
brindan tiempo para reorganizar los fundamentos estructurales y estar mejor cimentados
cuando venga el repunte. Mientras, la SHCP y la reforma financiera, deberán cumplir
con sus objetivos.
Amable lector, recuerde que aquí le proporcionamos una alternativa de
análisis, pero extraer el valor agregado, le corresponde a usted.
COLUMNA VALOR AGREGADO - Comentarios en Twitter: @oscar_ahp