2014, año Mariano

Escribo este último artículo del año con emoción contenida por el anuncio del fin de la recesión hecho por el Gobierno, que nos augura un año 2014 cargado de felicidad y prosperidad. Da gusto ver como al final las cosas bien hechas tienen su recompensa. Y qué duda cabe, que en España, Mariano Rajoy ha gobernado con tanta sabiduría, que los sacrificios impuestos amablemente por el Gobierno (ellos no quería, pero la herencia del gobierno anterior les ha obligado) van a tener una recompensa tan grande que, en poco tiempo (posiblemente antes de las elecciones de 2015), habremos olvidado estos años duros y tristes.

 

. Da gusto ver como al final las cosas bien hechas tienen su recompensa. Y qué duda cabe, que en España, Mariano Rajoy ha gobernado con tanta sabiduría, que los sacrificios impuestos amablemente por el Gobierno (ellos no quería, pero la herencia del gobierno anterior les ha obligado) van a tener una recompensa tan grande que, en poco tiempo (posiblemente antes de las elecciones de 2015), habremos olvidado estos años duros y tristes.
                Pero no sólo el Gobierno. Ahí tienen ustedes a los empresarios que se están frotando las manos ante un futuro de recuperación económica sin trabas laborales para despedir, contratar por horas, precarizar empleos o hacer trabajar de Sol a Sol a sus empleados, gracias a la sabia Reforma Laboral del Gobierno, que ha convertido a los trabajadores de este país en peones de brega, siempre a disposición de las necesidades de los patronos, que al final, ¡qué coño! son los que pagan. Por eso debemos estar contentos, pues ya sabemos que a lo largo del año que viene se van a crear puestos de trabajo a miles, lo ha dicho el vicepresidente de la CEOE, aquel que nos quería enviar a Laponia y si ahora augura un feliz empleo para todos ¿será por algo, digo yo? que de estas cosas tiene que saber. Como Botín, que después de una reforma bancaria a la carta de sus negocios, que le ha eliminado, con el dinero de todos, toda la competencia que le molestaba, está entusiasmado con la política económica del Gobierno, que le ha hecho una autopista para que circule con su banco sin curvas ni obstáculos. Una autopista de varios carriles, para que los cuatro bancos que han quedado, puedan pisar el acelerador de sus negocios sin el riesgo de los adelantamientos.

                Aunque, ahora mismo, la patronal energética está un poco enfadada con el ministro.  No porque este vaya en contra suya, posiblemente, cuando todo haya pasado acabe teniendo un  puesto de consejero o directivo en alguna de las grandes compañías eléctricas del país, como ya lo son muchos dirigentes gubernamentales anteriores. Ya saben ustedes, favor por favor. Que la electricidad haya subido más de un 80% en los últimos 10 años, tiene un precio que se llama “puerta giratoria”, por la que entran aquellos buenos amigos que, desde posiciones gubernamentales, no han impedido que el sector eléctrico se haya convertido en el Patio de Monipodio. Pero todo se solucionará, y el ministro Soria, dirá “digo” donde dijo “diego”, y la electricidad volverá a subir, para pagar eso que los expertos llaman “déficit tarifario”, que es algo parecido a pagarle a Luis Candelas una ronda de buen vino, después que te haya atracado en algún rincón oscuro del Lavapiés decimonónico. Incluso creo que este, que era ladrón pero honrado, los vinos los pagaría él. Siempre ha habido gente con estilo, también entre los carteristas.

                No sé cómo no nos hemos dado cuenta antes de la bondad de Mariano Rajoy y sus medidas. La verdad es que un hombre de Dios y buena fe, como es él, no podía engañarnos y si lo ha hecho ha sido por necesidad, con mentiras piadosas, que son pecado venial. Quizá deberíamos reflexionar sobre nuestra actitud cicatera durante todo este tiempo de no reconocer el esfuerzo que ha hecho para salvarnos de esos hombres, vestidos de negro, que iban a venir a quitarnos el pan y la sal. Él, Mariano, con esa mansedumbre que tienen los pacientes, sabía que aguantando cristianamente todo se resolvería, además el trabajo sucio, ese que inevitablemente hay que hacer cuando una casa debe limpiarse a fondo, lo hacían sus inquebrantables ministros. Pero lo hacían por nuestro bien. Fátima Báñez, esa mujer de firmes convicciones que va a conseguir que los trabajadores pasemos a ser todos potenciales desempleados a tiempo parcial, con salarios de risa, para que los empresarios puedan pagar la educación de sus hijos, una vez entre en marcha la nueva Ley de Educación de otro gran ministro, José Ignacio Wert, el hombre que iba a españolizar a los niños catalanes, y va a acabar, probablemente en un exceso de celo, privatizando a todos los niños españoles, para que sean carne de beneficio de la escuela privada. Y qué decir de otro de los grandes ministros, Cristóbal Montoro, espada flamígera del fundamentalismo fiscal; el hombre que perdona fraudes con sus amnistías o ceses, cuando se trata de hacer favores a los de su clase, y amenaza con exhaustivas investigaciones fiscales a todos aquellos que le critican. Sí señor, un buen ministro, con el permiso de Ruiz Gallardón, que ha pasado de ser el ministro del “tasazo judicial” al protector de las mujeres, que estaban sometidas al yugo de la izquierda que las obligaba a abortar. Este sí que es una estrella emergente en el firmamento dibujado por Rouco Varela, que no es el mismo que vio Galileo desde su telescopio. Al igual que ese hombre de  golpes de pecho, que es el ministro del interior Fernández Díaz y su Ley Mordaza, que trata de acabar con la inestabilidad permanente que supone, para la gente de bien del país, que la calle se haya convertido en un lugar para la protesta de todos aquellos que no entienden las bondades de las medidas del Gobierno.

                Así pues, año 2014 va a ser tan maravilloso, con una luz del final del túnel tan cegadora, que vamos a volver a vivir una ensoñación, que no podemos imaginar ahora con la mente embotada de recortes, paro, pobreza generalizada, bajos salarios, educación clasista, dependientes a su suerte, y mujeres tuteladas por el conservadurismo rancio con olor a incienso. Vamos a vivir tan bien, que la corrupción, el caso Gürtel, Bárcenas, la contabilidad B, la financiación ilegal del PP, el ático de lujo del presidente de la Comunidad de Madrid, Blesa, Aznar y sus amigos, las preferentes, Bankia, los tejemanejes de Esperanza Aguirre, Canal 9, el condenado Carlos Fabra y los cien dirigentes del PP imputados en la Comunidad Valenciana, serán un mal recuerdo de otro tiempo, de cuando estábamos abducidos por la izquierda. Todo ello gracias a Mariano Rajoy y su equipo de colaboradores, con Soraya y María Dolores a la cabeza, que les desean un Feliz 2014, en el año de la vuelta del franquismo a nuestras vidas. 

UNETE



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