La mitad de los chilenos no votó en la primera vuelta y ese rechazo a la política podría profundizarse en Segunda Vuelta, al haber quedado un tercio de los votantes sin un referente propio que los represente. Una de las causas de este elevadísimo abstencionismo es la constatación de un sistema que sirve a quienes concentran el poder económico. Por lo tanto en Chile se vive una Plutocracia, donde gobiernan los más ricos.