. Saben además perfectamente, que sus receptores no comprenden muy
bien el problema de cómo les afecta la inflación, porque no tienen la formación
suficiente para comprenderlo acabadamente. Solo, los que vivieron épocas
hiperinflacionarias, recuerdan la licuación que ocasionaba sobre el valor de
compra de los billetes que circulaban, transformándolos en papel pintado sin
ningún valor de un día para otro. Asociándose aquella situación
hiperinflacionaria, al mensaje interesado que actualmente propalan los
economistas en los medios masivos de comunicación o que describen escribiendo
sesudas columnas en los principales diarios de país.
Ellos saben que
sus mensajes actúan de distinta manera sobre sus consumidores. Teniendo
conciencia que a todos les atemoriza el tema inflacionario, pero que en
realidad, lo que más les atemoriza, es perder el valor de los billetes que
poseen, por alguna circunstancia adversa vinculada a la inflación, ya que los
bienes físicos acompañan con sus subas al incremento generalizado de los
precios. Por otro lado también saben, que durante las épocas de grandes sismos
económicos, es cuando las fortunas pasan de unas manos a otras y no quieren perderse
la oportunidad de darse un atracón. Es decir, que por un lado es el miedo a
perder, al que se suma, el afán especulativo de tener ganancias extraordinarias,
que engrosen sus arcas.
Concretamente
entonces, los mensajes de los economistas neoliberales apelan por un lado al
miedo y en simultáneo, al afán especulativo de las personas. Lanzando entonces
un mensaje multipropósito que tiene distintos objetivos concretos: 1- Atacar la
credibilidad del gobierno provocando el descontento y la alarma generalizada
sobre un supuesto descontrol de la economía; 2- Meterle miedo a quienes tienen
billetes, motivándolos a que se movilicen buscando alternativas para
protegerlo, comprando monedas fuertes o algún bien que les asegure cierta
protección. En este sentido no hay que dejar de considerar que las cuevas donde
se producen los cambios de billetes, los tienen como asesores, como así también
contratan sus servicios, los bancos-; 3- También consiguen que su cartera de
clientes, que los tienen como asesores, multiplique sus consultas para decidir qué
hacer en la emergencia; 4- Además, buscan conseguir que quienes puedan
modificar sus precios lo hagan, para de esa forma agitar el avispero de
aumentos descontrolados y de caos especulativo, para tratar de modificar el
rumbo económico del gobierno hacia una dirección que les resulte más amigable a
sus intereses; 5- La exposición pública siempre contribuye a que su cartera de
clientes se vea incrementada.
Concretamente:
montarse en las coyunturas desfavorables, agregándole algo de terrorismo
informativo, siempre les viene de perillas.
Eugenio García
http://garenioblog.blogspor.com.ar