Y se vienen las elecciones. Sobre próximas elecciones en Chile

Y nos aprontamos a votar. Cada día de votación es una fiesta. Debe ser así. En ellas, cada ciudadano es igual al otro. Se nos lleva a tomar conciencia del deber que implica cuidar la democracia, la que construimos entre todos. Nadie puede ni debe sentirse excluido. Nada peor que tener gente dando vueltas a la mesa sin posibilidad de sentarse a ella. Los que más sufren terminan siendo los mismos comensales, que no podrán comer tranquilos. Y ese ha sido un problema de los últimos lustros, no solo de este gobierno. No pocos sienten que Chile “no es mesa de todos”. Craso error que se debe corregir rápidamente. Urgen políticas de inclusión en un país segmentado como el nuestro. Quien haya viajado por países similares a Chile lo comprobará rápidamente. De no aspirar a una mayor integración, la convivencia resultará difícil y lo que podría constituir un aliciente, se transformará en un freno. “La democracia se romperá con las riendas tensas. Sólo podrá existir apoyada en la confianza” dice Gandhi. Esto de restablecer las confianzas es tarea prioritaria ahora y siempre.

 

. Cada día de votación es una fiesta. Debe ser así. En ellas, cada ciudadano es igual al otro. Se nos lleva a tomar conciencia del deber que implica cuidar la democracia, la que construimos entre todos. Nadie puede ni debe sentirse excluido. Nada peor que tener gente dando vueltas a la mesa sin posibilidad de sentarse a ella. Los que más sufren terminan siendo los mismos comensales, que no podrán comer tranquilos. Y ese ha sido un problema de los últimos lustros, no solo de este gobierno. No pocos sienten que Chile “no es mesa de todos”. Craso error que se debe corregir rápidamente. Urgen políticas de inclusión en un país segmentado como el nuestro. Quien haya viajado por países similares a Chile lo comprobará rápidamente. De no aspirar a una mayor integración, la convivencia resultará difícil y lo que podría constituir un aliciente, se transformará en un freno. “La democracia se romperá con las riendas tensas. Sólo podrá existir apoyada en la confianza” dice Gandhi. Esto de restablecer las confianzas es tarea prioritaria ahora y siempre.
Harry Truman decía: “Ningún gobierno es perfecto. Una de las principales virtudes de la democracia, sin embargo, es que sus defectos son siempre visibles y en los procesos democráticos pueden señalarse y corregirse”. En efecto. No existe el gobierno perfecto. Pero sí existe la posibilidad constante de corregirnos.

Pero uno de los problemas más acuciantes es el de la mayor igualdad. No solo a nivel país, sino en términos globales. Las diferencias entre quienes tienen mucho y la inmensa mayoría que dispone de muy poco, han crecido peligrosamente. Urge un cambio de dirección. Ya lo advertía Benedicto XVI en Caritas in Veritate: “La dignidad de la persona y las exigencias de la justicia requieren, sobre todo hoy, que las opciones económicas no hagan aumentar de manera excesiva y moralmente inaceptable las desigualdades”. Y continúa: “el aumento masivo de la pobreza relativa, no sólo tiende a erosionar la cohesión social y, de este modo, poner en peligro la democracia, sino que tiene también un impacto negativo en el plano económico por el progresivo desgaste del «capital social», es decir, del conjunto de relaciones de confianza, fiabilidad y respeto de las normas, que son indispensables en toda convivencia civil”. A todos conviene un país más justo, igualitario e integrado. Al final del día, si el otro está feliz, lo terminaré estando yo también. De poco sirve que unos pocos estemos bien – me incluyo – cuando muchos otros están mal. Cuidemos nuestra democracia. Es de lo bueno que tenemos.

Hugo Tagle

twitter: @hugotagle

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