El negocio de la basura.
En seguimiento de la
entrega anterior de esta columna, en donde relatamos como el presidente
municipal de Benito Juárez, Julián Ricalde Magaña, hace negocios con la recoja
y disposición final de la basura, aportaremos más datos al respecto, con la
intención de hacer todavía mas solido el análisis correspondiente.
A partir del mes de
septiembre del año pasado, por recomendación del entonces presidente municipal
electo, Julián Ricalde, Emanuel Burgos Ruiz, quien ya operaba anteriormente con
Ricalde Magaña, diversos encargos, fundamentalmente de reaparición de vehículos
en los tiempos de este como titular de servicios y obras públicas en la
administración de Gregorio Sánchez, comenzó a prestar servicios al ayuntamiento
a través de la empresa de su propiedad TALENT SOFT INC S.A. de C.V. en el tema
de la recolección de basura, en función de que el concesionario Domos, no
estaba otorgando el servicio adecuadamente.
Sin embargo Burgos Ruiz,
tampoco estaba capacitado para ello, no contaba ni con la experiencia y el
conocimiento para resolver el asunto en cuestión, de tal suerte que su
funcionamiento resulto por demás deficiente, no podía cumplir con la
recolección de la basura, lo que ocasiono diversas quejas de la comunidad, sin
embargo aun así se le renovó el contrato subsecuentemente hasta la fecha, toda
vez que había contribuido con importantes sumas de dinero y vehículos a la
campaña de Julián Ricalde por la presidencia municipal, había pues un
compromiso personal y de amistad con Burgos Ruiz, una relación de contubernio
económico, que se sostiene y aumenta.
De hecho contamos con
información de que en estos días, Burgos Ruiz, en cumplimiento de los acuerdos
económicos que mantienen, esta por entregar al presidente municipal treinta y
siete motocicletas con un valor aproximado de un millón de pesos, producto de
las ganancias obtenidas por los contratos de recolección de la basura, para que
el alcalde las ingrese como si las hubiera comprado el municipio, evidentemente
con una factura falsa, con el propósito de quedarse con el dinero. Seguramente
la exposición de esta información truncara la intención y la negación de los
hechos, solo que para ello se requiere de credibilidad y Ricalde Magaña ya no
la tiene.
Actualmente Emanuel
Burgos mediante la misma empresa de su propiedad, denominada ahora ECOLIMPIA,
que transformo de su versión original TALENT SOFT INC S.A. de C.V. sigue
prestando al ayuntamiento el servicio de recoja de basura, factura un promedio
de 250 toneladas recolectadas
diariamente y depositadas en el relleno sanitario.
En la ciudad de Cancún se
generan aproximadamente 900 toneladas diarias, por lo que la recoja se dividió
con otras empresas, por ejemplo SETASA S.A. de C.V. colecta y deposita también
otras 250 toneladas y más o menos 300 el propio ayuntamiento con su personal,
lo que genera un rezago cotidiano del orden de 100 toneladas en promedio. El
pago a ambas empresas se calcula en los
trescientos cincuenta pesos por tonelada.
La disposición final
corría a cargo del municipio, hasta que entro en funciones la administración de
Ricalde Magaña y como explicamos anteriormente, adjudica de manera directa el
rubro a la empresa construcciones y pavimentos del norte S.A. de C.V. Operada y dirigida por su suplente y hombre
de confianza Juan Carlos Cesar Saínos, quien es quien personalmente realiza los
cobros de las estimaciones en la tesorería municipal, por el contrato
MBJ-OFM-DRMYSG-RM-AD-002-2011-01 cuyo
monto es de ocho millones de pesos, a pesar del carácter oficial de la posición
de Cesar Saínos, y solamente por la disposición final de la basura.
Por cierto Juan Carlos
Cesar Saínos, acaba de adquirir en simultaneo una residencia en el
fraccionamiento Tikal y una camioneta modelo Rouge de la marca NISSAN.
En este caso el precio
por tonelada en el concepto de disposición final es de noventa y nueve pesos,
sin embargo, es por basura que no recogen, pero que utilizando el control de
los depósitos realizados por ECOLIMPIA, SETASA y el personal del ayuntamiento,
cobra por el trabajo realizado por estos, gracias a la información que al
respecto le suministra Juan San Martin, encargado del relleno sanitario y por
ende del riguroso control estadístico.
Situación que contrasta
con la realidad, porque en la práctica cotidiana es personal del ayuntamiento
el que prácticamente opera el relleno sanitario.
De tal suerte que
CONSTRUCCIONES Y PAVIMENTOS ZONA NORTE S.A. de C.V. virtualmente cobra por no
hacer nada.
Ahora bien, el lo que
respecta a la licitación para el cambio de luminarias, llevado a cabo también
en el gobierno de Gregorio Sánchez Martínez,
el otro asunto al que nos referimos en la columna anterior, también por
instrucción de Ricalde Magaña, el entonces contralor interno de servicios y
obras públicas, Juan Carlos Gálvez, el mismo que encubrió la corrupción
orquestada por el entonces tesorero de Gregorio Sánchez, Carlos Trigos Perdomo,
en contubernio con Juan Novelo Góngora, otorgaron la licitación a la empresa
Luxtronic que es con la que habían llegado a un arreglo monetario particular,
descalificando a las otras empresas participantes, Eléctrica del Caribe e Isola
Basic.
El pretexto para
anularlas del procedimiento, fue que los sobres con las propuestas de estas
empresas no estaban cerrados con cinta adhesiva, situación que provoco que el
representante de Isola elevara la queja correspondiente, misma que Gálvez se
encargo de minimizar.
Posteriormente Juan
Novelo Góngora comercializo las luminarias que fueron substituidas para aportar
esos recursos al proyecto político de su jefe, Julián Ricalde.
Para resultar premiado
con la dirección de alumbrado público y colocar ahí como coordinadora administrativa
a su propia hermana Lucia Novelo.
Información que nos
permite concluir que el entramado de corrupción orquestado por Ricalde Magaña,
proviene de tiempo atrás, incluso antes de asumir como alcalde, que una vez en
funciones y sin el menor cuidado ha mantenido la estructura creada a través de
sus socios, que son los que aparecen como dueños y representantes de las
empresas prestadoras de servicios, haciendo evidente la forma, dejando muchos
cabos sueltos, en un acto además de plena soberbia, en el que para nada importa
la percepción ciudadana y el efecto de su molestia.
A punto de cumplirse dos
meses del inicio de su gobierno, Julián Ricalde, ha dejado ya ver su verdadero
rostro, su autenticas intenciones, la ambición por el poder y el dinero. El
desprecio manifiesto por la sociedad que gobierna y los compromisos y
obligaciones inherentes al cargo que ostenta, lo que desafortunadamente desde
ahora y hasta el término de su mandato constitucional, lo deja en una situación
impresentable, sin un mínimo de calidad moral.
twitter@vazquezhandall