Tras dos años de gobierno ultraneoliberal en este país y con los presupuestos generales del Estado sobre la mesa para el tercer año del Virreinato del Sur de los Pirineos, podemos establecer las líneas maestras establecidas por los gobernantes de este, de facto, Virreinato en que se ha convertido España. Líneas maestras que solo persiguen, para cualquiera con dos dedos de frente, destruir la capacidad productiva de la colonia de modo que pase a depender de modo absoluto de su metrópolis, en esta caso una metrópolis ubicua, sita en todos aquellos lugares donde reside el dinero que gestionan los fondos de inversión, los grupos financieros y los capitales internacionales vinculados a las políticas del Marco-Euro. Estos capitales residen principalmente el Alemania y sus satélites, Suiza, Dinamarca, Luxemburgo, pero también se sitúan en Londres y Wall Street.