. El problema es que nuestro rendimiento no es tan alto
como el de ellos, con lo que se confirma la conocida regla: no es un tema de
cantidad de horas invertidas, sino de la calidad y el empeño puestas en ellos.
Lo último, no falta. Somos entregados, mostramos dedicación, compromiso y
empeño. Falta sí, orden y mayor disciplina. Por lo mismo, es bueno tomar
conciencia de las debilidades que dificultan ese mayor desempeño para
superarlas y trabajar mejor. Y con esto no apunto a mayor productividad sino a
hacer de los lugares de trabajo espacios más gratos, amables y felices. Por lo
que las críticas hay que tomarlas en serio para poder mejorar.
Y
es ese último punto el preocupante: La deficiente calidad del ambiente laboral.
Por lo que muestran estos datos, pasamos mucho tiempo en nuestros lugares de
trabajo. Ellos son casi un segundo hogar. Y es bueno que sea así. El punto es
que creemos un buen ambiente, nos tratemos bien, seamos comprensivos, amables y
constructivos. Una buena pregunta sería ¿le hago la vida fácil a quienes
trabajan conmigo? ¿Soy cordial, atento, amistoso con quienes trabaja conmigo?
Lamentablemente se escuchan muchas quejas de los compañeros y compañeras de
trabajo. Cualquier dificultad es fuente de tensiones, discusiones, malos ratos.
Quien trabaja conmigo no es una competencia, adversario, sino colega y, aún mejor,
amigo. El buen ambiente no se logra por decreto sino pasa por una mejor
disposición de cada cual. Es fácil echar la culpa culpa al empedrado. La
autocrítica escasea en estos barrios. La inmensa mayoría de los chilenos
trabaja en PYMES por lo que tiene
contacto con pocas y la misma gente siempre. Así y todo, las tensiones abundan,
pudiendo ser ese pequeño espacio de vida un lugar placentero, amble y
dignificante.
Hay
que reconocer sí, que se han institucionalizado buenas costumbres
empresariales, tales como las celebraciones de cumpleaños, los aniversarios, fiestas de comienzo y fin
de año. Pequeñas prácticas que ayudan al mejor desempeño y ánimo de cada cual.
Al final del día, ganamos todos con ambientes laborales más amables.
Bueno
será incorporar mejor a la fuerza laboral en la participación de la empresa o
taller. Mientras más involucrado esté en el éxito o fracaso, tanto mejor será
para todos. La consideración del trabajo como un simple insumo o costo, es un
error. Hay que hablar de socios en un proyecto común, permitir así una
identificación genuina con la fuente laboral. El trabajo dignifica al hombre.
Que no sea solo trabajar más, sino hacerlo mejor, para ser más felices.
P.Hugo
TagleTwitter:
@hugotagle