En la política mexicana no es común que tres ex Gobernadores
de un mismo Estado, tengan la oportunidad de trascender a su mandato y seguir
vigentes en el escenario nacional.
En la política mexicana, las reglas no escritas establecen que
cuando se deja el poder, si no hay una continuidad fuera de la entidad que se gobernó,
lo prudente es desaparecer un tiempo de la escena local.
No solo se trata de una cuestión de salud política, simple y
llanamente es una consecuencia natural que es parte de un formato, por tanto,
la mejor y única opción viable para un ex Gobernador es buscar opciones en
otras latitudes.
Precisamente por ello llama la atención que actualmente tres
ex mandatarios quintanarroenses, con la debida proporción guardada de acuerdo a
sus posiciones respectivas, tengan esa oportunidad.
Empezando indiscutiblemente por Pedro Joaquín Coldwell, que
desde hace ya un muy buen tiempo es una figura nacional trascendente, el
principal referente de Quintana Roo.
Quien ahora como Secretario de Energía del gobierno federal,
está siendo objeto de la mirada de muchos reflectores como encargado de difundir
y operar la propuesta de reforma energética presidencial.
Lo de Pedro Joaquín por supuesto es la consecución de un
larga y brillante carrera, que después de ser Gobernador lo llevo a ser,
Director General de Fonatur, Secretario de Turismo, Secretario General y después
Presidente del Comité ejecutivo Nacional del Revolucionario Institucional,
entre otros cargos nacionales.
Siguiendo con Joaquín Hendricks, quien después de muchos
intentos por fin logro acceder a una posición, si bien no de la mayor
envergadura si al menos como Secretario Técnico del Consejo Político Nacional
del PRI, que le permite estar presente.
Sobre todo después de que siendo Delegado de su Partido en
el Estado de Morelos y de hecho actuando como Presidente del mismo por designación
del Comité Nacional, el candidato a Gobernador de su partido perdiera la elección
con Graco Ramírez.
Y por supuesto finalmente Félix González Canto, quien al
terminar su periodo gubernamental accedió al Senado de la Republica, donde
preside la Comisión de Turismo de esa cámara.
En adicción a esas distinciones, el pasado lunes el Senador González
Canto, fue designado Delegado del Comité Nacional priista en el Estado de Nuevo
León, para encargarse de conducir el proceso para elegir al candidato a
Gobernador de esa entidad.
Dicho nombramiento aclara de manera definitiva el rumor que
inducia a pensar, que el Senador Quintanarroense sería enviado a ocupar una
Embajada o incluso un Consulado.
Sin lugar a dudas la designación partidista sugiere un espaldarazo,
más aun si se considera la importancia política de la misma, la trascendencia
de la unción del candidato a Gobernador de uno de los Estados más importantes
de la Republica y donde existe importante competencia con Acción Nacional.
En este caso por descontado hay que señalar que, además de
las probadas virtudes políticas de González Canto, detrás de dicho nombramiento, esta la mano de
la ex Gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega Pacheco, la poderosa Secretaria
General del PRI nacional.
La relación de amistad y entre ambos no solo es muy
estrecha, entre ellos existe una alianza de equipo político, mediante la cual
hay una estrategia de posicionamiento grupal.
Claro que según trascendió en los corrillos políticos nacionales,
la designación de González Canto, puede adicionalmente obedecer a un pacto del más
alto nivel, que establece que el ex Gobernador tendrá estas posiciones
relevantes, a cambio de no tratar de interferir en la sucesión quintanarroense.
Sobre todo porque después de la elección local reciente en
el Estado, de inmediato dio inicio una dinámica de preparación y organización de
grupos políticos locales en pos de la sucesión.
De tal suerte que se observan ya algunos precandidatos, ya
sea por posición, ejemplo los alcaldes de Cancún y Solidaridad, como por expectativa,
tal es el caso del Diputado Federal Raymundo King y eventualmente José Luis
Toledo. Toledo Medina quien como Diputado local, bien podría ser líder de su bancada
en el Congreso local, o Presidente estatal del PRI, como ubicación previa a una
muy posible Diputación Federal.
Ahora bien, para nadie es un secreto que el corazón del
Senador González Canto late muy fuerte por el Presidente Municipal electo de
Solidaridad, Mauricio Góngora.
Prueba de ello el hecho de que los Diputados Federales
cercanos a Ivonne Ortega, ya cerraron filas en torno de ese proyecto,
naturalmente bajo la línea de su poderosa mentora e impulsora.
Como sucede por descontado y con mucha anticipación en la
entidad con los partidarios de Félix González y ahora por añadidura del alcalde
electo de Solidaridad, quien pronto tomara posesión de su encargo, para en simultáneo
iniciar una precampaña.
Sin embargo aun y cuando a los ex Gobernadores
quintanarroenses les esta yendo bastante bien en el plano nacional, lo cual es
una buena noticia para el Estado, en función de los beneficios que esto le
puede atraer a la entidad, las decisiones electorales corresponden únicamente al
Gobernador en turno.
Sobre todo si se considera que los resultados de la reciente
elección, le otorgan al Gobernador Roberto Borge no solo el más amplio margen
de maniobra posible, sino el privilegio exclusivo de la propuesta.
El éxito contundente de Borge en el proceso local, lo hace
de hecho uno de los Gobernadores más destacados de su partido, por tanto no hay
posibilidad de injerencias externas en sus decisiones y propuestas.
Además de que aún falta mucho tiempo para llegar a esa cita,
todavía resta observar el comportamiento individual de los señalados
precandidatos, porque una cosa es estar en posición de aspirar y otra muy
diferente poder consolidar esa perspectiva.
Porque los parámetros y los lineamientos del esquema solo
los establece el Gobernador, nadie más, independientemente de simpatías y
apoyos externos, el filtro solo tiene un camino.
De cualquier manera como lo apuntábamos al principio, en
esta inédita circunstancia en la que tres ex mandatarios locales, ocupan
posiciones nacionales tan importantes, lo que vale la pena resaltar es por
supuesto, lo que eso significa para la política quintanarroense y como es vista
está desde fuera.
Pensando sobre todo que esto sirva para promover, gestionar
y conseguir beneficios para la entidad, en proporción al tamaño e importancia
en cada caso.