.eleconomistaamerica.cl/empresas-eAm-chile/noticias/4976245/07/13/Colusion-de-farmacias-Diez-imputados-a-clases-de-etica-empresarial-.html" style="text-align: justify; font-size: 10pt;">colusión
de las cadenas farmacéuticas que concentran el 90% de la distribución de
medicamentos, a “clases de ética
empresarial”, me imaginé a esos personajes haciendo sus tareas en ese curso
de ética: A ver, jóvenes, escriban mil veces en su cuaderno “No
debo robar a los consumidores poniéndome de acuerdo con mis competidores para
fijar los precios de venta de los remedios”. Extenuante sanción para
estos seguramente postgraduados en altas finanzas. Y los 25 millones por cabeza
que fue la multa pecuniaria, equivalen quizás a apenas unos 3 meses de sus sueldos
ejecutivos.
Sin duda, una burla gigante para
los millones de pacientes que fueron esquilmados en sus escasos ingresos,
obligados a comprar cada mes sus remedios en este oligopolio perverso.
Vivimos un mercado salvaje en
materia de salud. Vemos saturadas las ciudades con farmacias apretujadas en
cada cuadra concurrida, cadenas que se tragaron las viejas boticas de barrio y que
son las bocas de expendio de uno de los negocios más rentables del planeta: la
salud. En el encadenamiento productivo del sector, las farmacias son el último
eslabón, donde se entrega al paciente el medicamento recetado por un médico,
quien a su vez es visitado por los vendedores-promotores de los laboratorios
farmacéuticos, que son, a su vez, filiales locales de gigantescas corporaciones
multinacionales que realizan un marketing planetario. Esos laboratorios
disputan con sus marcas, pero juntos presionan sobre los Estados para que
respeten los derechos de propiedad industrial y no autoricen la producción de
medicamentos genéricos en sus países.
Del mismo modo, esos grupos
corporativos despliegan sus redes de contactos para realizar un permanente
lobby sobre los representantes populares que tienen el poder de fijar leyes que
pudieren perjudicarles. Como el sistema político no tiene transparencia en
materia de financiamiento de campañas y de partidos políticos, el ciudadano
difícilmente se entera de qué intereses está defendiendo en la práctica, con su
voto, ese parlamentario a quien él mandató para defenderlo.
Este intríngulis oscuro
difícilmente se resolverá, ya que los Estados son cooptados por esas
corporaciones y el tráfico de influencias se practica sobre el Congreso de
EE.UU, la Organización Mundial del Comercio, la Organización Mundial de la
Salud y toda instancia nacional donde se traten temas que puedan afectar los
intereses profundos de tales organizaciones.
Cuando ha habido investigaciones
en medicina alternativa que propician la cura de enfermedades extendidas con
tratamientos naturales de bajo costo, normalmente el sistema médico alópata se
ocupa de descalificar tales opciones, ya que son parte de esas redes
farmacológicas mundiales y las enfermedades catastróficas, como el cáncer, son
para ese marketing planetario de los laboratorios farmacéuticos fuentes de multimillonarios
facturados. En la práctica, hay una voz ortodoxa en materia médica que se
alinea en lo que ofrecen y producen los laboratorios líderes del mundo. Desde
el punto de vista de las relaciones internacionales, la acción de estos
conglomerados es supranacional y los Estados han sido debilitados para poder
fiscalizar sus acciones. La falta de legislaciones duras y efectivas que
permitan sancionar las acciones monopólicas es un defecto del sistema
neoliberal moderno y por eso en esta materia se producen en verdadera impunidad este tipo de acciones
ilícitas, delitos de cuello y corbata, que perjudican a las comunidades y que
reciben sanciones irrisorias. En el hemisferio occidental en general, este
delito de colusión no se paga con cárcel, en cambio en la cultura musulmana o
china, suelen significar condenas a muerte.
Periodismo Independiente, 28 de
julio de 2013. @hnarbona en Twitter. tu artículo