Ahora que nuestros hijos son algo mayores aprovechamos en verano para ponerlos al día en cuanto a la oferta cinematográfica, escasa y de poco nivel en general, que se ofrece aquí en Murcia. Este fin de semana fuimos a ver Monstruos University y lo cierto es que los verdaderos monstruos, como siempre ocurre, están a este lado de la pantalla. Masticar, sorber, estrujar y saltar son las acciones que más se repiten entre el público infantil y los acompañantes adultos en estas salas, por lo general incómodas y poco apropiadas para ver cine con un mínimo de dignidad. Sin embargo, la asistencia a estos eventos, como siempre, permite hacerse un mejor idea de por dónde van los tiros en el mundo cultural y, de paso, obtener algunas conclusiones y establecer relaciones entre distintos ámbitos. La película, floja y previsible, como la mayoría de las actuales películas infantiles, da para analizar ciertas semejanzas entre lo que nos muestra la secuela de la factoría Disney-Pixar y la tendencia que nuestros querido ministro de Educación quiere imprimirle a la educación superior en España. Mientras veía el bodrio me hacía algunas reflexiones que quiero compartir en este espacio; reflexiones que tienen que ver tanto con las propuestas educativas de la LOMCE como la situación en la que está quedando nuestra querida Universidad de Murcia, cenicientaabandonada, Cosette miserable dejada de la mano del gobierno de la Región.