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Bueno, lo cierto es que, sentido
común, así dicho, en este país hemos hecho gala, a lo largo de nuestra
historia, de tener un déficit preocupante. Ya lo decía la propaganda del
Régimen Franco, en aquella famosa campaña del Ministerio de Información y
Turismo, que tan sabiamente dirigió durante algunos años el insigne Manuel
Fraga: “Spain is diferent”.
Nadie como el posterior fundador del PP, una vez reconvertido
a demócrata, para retratar esa capacidad que tenemos los españoles para hacer
lo que nos da la gana, si eso nos beneficia. Esa es nuestra diferencia. En el
fondo somos unos ácratas mea pilas, de los de “a Dios rogando y con el mazo
dando”, que salvo en determinados momentos de nuestra Historia, en los que una
luz de raciocinio nos ha iluminado, hemos sido bastante diferentes que el resto
del mundo, desgraciadamente en muchos casos, para peor. Siento decir esto por
aquellos que piensan que España es el país donde mejor se vive, quizá deberían
darse un paseíto por el extranjero. Pero es que desde los Visigodos para acá no
hemos parado de liarla parda. Por cierto, hablando de Franco, nuestra querida
Televisión Española ya no tiene pelos en la lengua y no se corta en volver a
denominarlo “Caudillo”, como ha hecho hace unos días en una información ¿o
propaganda? de la central nuclear de Garoña. Volvemos a los viejos tiempos:
Franco recupera su título de Caudillo, dentro de poco lo llamarán Generalísimo,
y acabaremos entrando en las aulas rezando el Padre Nuestro. Pero para el
director de informativos de TVE, Julio Somoano, aquel que antes que cocinero
fue fraile, por su adhesión inquebrantable al Partido Popular, que le llevó en
2005 a presentar la tesis de su master titulada: Estrategia de comunicación para el triunfo
del Partido Popular en las próximas elecciones generales (es como meter la zorra en el gallinero) no existe mayor problema, ni
siquiera le preocupa que la magnífica RTVE que heredó del gobierno anterior
esté en caída libre de audiencia; para él, que se está revelado como alumno
aventajado de Fraga, la radio televisión pública es un instrumento de
propaganda al servicio del Partido Popular y el abandono de la audiencia se
debe a que están haciendo una TVE independiente. "Nuestros informativos han sido esta temporada
la referencia de la calidad, del rigor y de la independencia" ha dicho Somoano sin perder la compostura. ¡Manda Huevos! como dijo el
célebre marrullero jurídico del PP Federico Trillo, afortunadamente hoy de
embajador en Gran Bretaña, aunque tal como le está yendo las cosas al PP con su
extesorero Luis Bárcenas, aquel por el que salió en tromba toda la dirección
del Partido Popular cuando fue imputado en el “Caso Gürtel” (no es de extrañar
que salieran a defenderle con todo lo que le deben), cualquier día de estos lo
vemos otra vez por aquí poniendo orden en los tribunales, y pelillos a la mar
con la corrupción. Pero volviendo a la TVE, no se preocupen que aquí Trillo no
tiene que poner orden, sus muestras de independencia informativa son palpables,
suelen hablar de varios temas: el Papa, los asuntos de la Iglesia,
Rajoy-Cospedal-Rajoy-Cospedal, ERES de Andalucía, Fátima Bañez (hasta en la
sopa) y sus ventajas de la Reforma Laboral (?), en fin, todo un abanico de
noticias, que ocupan lugar para ocultar o pasar por alto otras que no son tan
del agrado de su director de informativos. Fíjense si no, a modo de ejemplo. El
pasado fin de semana se celebró en Madrid la Fiesta del Orgullo Gay, un
acontecimiento sin paragón en España, que reunió a más de un millón de personas
(doy fe de ello, que estaba allí y les puede decir que “la plaza estaba
abarrotada”); sin embargo La 1, quizá añorando la famosa Ley de Peligrosidad
Social del franquismo, le dedica un brevísimo espacio casi inocuo,
presentándola más como una fiesta de chicos y chicas traviesas y divertidos, y
no como una manifestación lúdico/reivindicativa; lo silencia en el Canal 24 Horas,
donde podían haber emitido imágenes en directo; y relega toda la información a
su página web, a donde la mayoría de su audiencia no accede. Por no hablar de
otra de la meteduras de pata de Mariló Montero al comparar los San Fermines con
el Madrid Arena. Pero no pasa nada, nos conformamos con dejar de ver y oír
RTVE, en vez de exigir cambios en una radio-televisión que pagamos con nuestros
impuestos.
No tenemos remedio
y nuestra rebeldía contra el sentido común surge en cualquier rincón del país.
Ahora en Valencia una Plataforma denominada Radares Valencia, tiene como fin
señalar dónde están los radares de tráfico, para que a los infractores no les
pongan una multa, y puedan a aparecer como chicos buenos cuando pasan por
delante de alguno de ellos. Pero lo bueno es que la plataforma crece día a día,
con el argumento de que el Ayuntamiento lo único que tiene es afán
recaudatorio, cosa que no niego, pero también pienso que se podía acabar con
las ansias recaudatorias municipales haciendo campaña para que no se cometan
infracciones. Pero entonces no estaríamos en España, quizá en Suecia, ni
tendríamos el lujo de habitar en el país del mundo donde mejor se vive, y donde
burlar la Ley es un deporte nacional, aunque nos pueda costar la vida.
Pero no hay que desanimarse. Épocas de sentido
común hemos tenido, pocas pero fructíferas. Sólo hace falta que no caigamos en
la autocomplacencia y en la permisividad de mangantes, pícaros, alcahuetas,
politicastros, timadores, vividores, meapilas, chulos, embaucadores,
confesores, vagos mediáticos, beatas, obispos, mercachifles, generales con
bigote, políticos sabelotodo, explotadores, corruptores y corrompidos,
aguafiestas, caciques, realities, farándulas improductivas, engominados
piratas, defraudadores fiscales, esquiadores en Suiza, infantas que no saben
nada y monarcas cazadores. Si somos capaces de enviar todos estos personajes a
los libros de literatura, quizá recuperemos el sentido común y la gracia como
país. ¡Ah! Y pónganse gorra cuando tomen el Sol.aquí tu artículo