Desde 1993 la Fundación Juan March conserva la biblioteca
personal del escritor argentino Julio Cortázar (1914-1984) gracias a la
donación de su viuda, Aurora Bernárdez. La obra literaria de Julio
Cortázar continúa
suscitando el interés de estudiosos y admiradores. Su obra se traduce a
nuevas lenguas y sus novelas se reeditan una y otra vez. Cortázar, como
escritor y como intelectual, sigue vigente.
Desde
la Biblioteca Española de Música y Teatro Contemporáneos de la
Fundación donde se conserva su colección, se observa diariamente el afán
de sus lectores por conocer más al autor de Rayuela, de los cuentos, del creador de las Historias de Cronopios y de Famas.
Son muchas las personas que aprovechan una escala en Madrid para
acercarse a Cortázar con el deseo de visitar y revisar su biblioteca.
Como homenaje al escritor y cumplir el deseo de los seguidores de su obra, la Biblioteca de la Fundación ha generado una visita digital
a los libros que formaban su biblioteca en el momento de su
fallecimiento, el 12 de febrero de 1984, en el piso de la rue Martel, de
París, y de aquellas nuevas ediciones que sobre su obra se han
producido desde 1984 en adelante. En total suman
3.786 registros bibliográficos en los que se pueden consultar la
portada, la firma, la dedicatoria del autor, y los papeles que contiene
el libro: un recorte de periódico, un billete de metro, una carta, un
dibujo..., traspapeles que recuerdan un instante y que acompañaron al
lector en su viaje.
La visita digital se ha
organizado a través de índices de las obras escritas por Julio Cortázar
encabezadas por un título en castellano y seguidas de todas las
traducciones conservadas en su biblioteca: el listado de otros trabajos
de Cortázar como editor; prologuista, traductor, fotógrafo o ilustrador;
la larga nómina de autores de literatura y la cultura universal
representados; la variedad de temas que corroboran su amplia curiosidad,
sus gustos literarios, su compromiso creativo. Un índice de lenguas en
las que figuran 26 idiomas diferentes para recordarnos la lectura en la
lengua original de los autores clásicos y su labor como traductor de Edgar Allan Poe, Marguerite Yourcenar, o André Gide.
También
se puede visitar la biblioteca a través de sus singularidades tales
como los libros firmados, libros especiales. Un aspecto que habla del
amor de Cortázar por el objeto libre es la colección de 17 volúmenes
cuya edición, composición y formato los convierte en libros objeto de
arte, de ediciones limitadas y raras. Un libro de poemas escritos a mano
en un nivel de carpintero, un libro de poemas cuyos versos el lector
combina y personaliza generando nuevos y únicos poemas, libros
encuadernados como sacos, con cartón, con una simple anilla...Libros que
se descomponen y que el lector recrea en cada lectura, sólo para él.
La
Biblioteca Julio Cortázar en Internet, añade, además, una sección
titulada "Recordando a Cortázar" que reúne los actos que se han
realizado en la fundación Juan March con motivo de la citada donación o
para la difusión de su obra.
Con ocasión de
la entrega de la biblioteca de Julio Cortázar por su viuda, la
Fundación organizó un evento el 12 de marzo de 1993, en el que Aurora Bernárdez, el entonces director de la Fundación José Luis Yuste, los escritores y editores José María Guelbenzu y Juan Cruz y el actor José Luis Gómez presentaron la biblioteca, plasmaron la personalidad del escritor, y se leyó un fragmento de su célebre novela Rayuela.
También se vincula a
las conferencias organizadas y la bibliografía que sobre Cortázar y su
obra dispone la Biblioteca de la Fundación. Desde 1993 hasta la fecha
los libros de Cortázar han ilustrado multitud de exposiciones dedicadas
al surrealismo, al jazz y las vanguardias artísticas.
Asimismo,
se han llevado a cabo muchs estudios tomando como punto de partida la
biblioteca personal del escritor: bien por su poesía, su novela, sus
cuentos, su influencia en el boom latinoamericano y su
activismo político; bien sobre escritores muy próximos a Cortázar:
Alejandra Pizarnik, José Lezama Lima, Jorge Luis Borges, Carlos Fuentes,
Pablo Neruda y otros.
Julio Cortázar fue un inmenso lector. Un
día, con diecinueve años, caminando por el centro de Buenos Aires,
entré en una librería y vi un libro de un tal Jean Cocteau, que se
llamaba "Opio" y se subtitulaba "Diario de una dexintoxicación". Estaba
traducido por Julio Gómez de la Serna y prologado por Ramón. Un prólogo
magnífico como casi todos los prólogos de Ramón. Bueno, algo había en
ese libro (para mi Jean Cocteau no significaba nada) lo compré, me metí
en un café y de eso me acordaré siempre, empecé a leerlo a las cuatro de
la tarde. A las siete de la noche estaba todavía leyendo el libro,
fascinado. Y ese librito de Cocteau me metió de cabeza, no ya en la
literatura moderna, sino en el mundo moderno (Julio Cortázar y Omar Prego Gadea, La fascinación de las palabras. Buenos Aires, Alfaguara, 1997, p. 67)
Visitar
su biblioteca, acercarnos a su mundo intelectual facilitarán sin duda
el conocimiento y la comprensión de su obra. La Fundación Juan March se
suma así al 50º aniversario de la primera edición, en junio de 1963 de Rayuela, la novela más célebre de Cortázar. Acceso en internet: http://www.march.es/bibliotecas/repositorio-cortazar/