¿Lo
puedes creer amigo leedor?, me cae que el refrán tiene toda la razón… “más
rápido cae un hablador que un cojo”… porque más se tardaron los hacedores de
política estadounidenses en atreverse a poner sobre la mesa las regulaciones
necesarias para legalizar la venta, la producción, la distribución y el consumo
de mariguana para mayores de edad, que nuestro nunca respetado ex presidente
Vicente –salió así sin más, el verso sin esfuerzo-, en sacar la casta de
campeón y brindarle la razón –va de nuez el verso- al sin fin de mexicas –chicos,
grandes y mamelucos- que por angas o por mangas, no podemos dejar de considerar
la política nacional, como el peor de los circos que la especie humana haya
alcanzado a imaginar.
Y
es que debemos recordar que, el pasado 3 de Junio del 2013, el ex directivo de
Microsoft, James Shively, anunció públicamente su intención de convertirse en
el magnate del Cannavis –escribido así con mayúscula por puro respeto- dentro
del territorio estadounidense y también –o foquin sorprais for ebribodi-, anunció
que su principal aliado en tan lucrativa empresa será, nada más y nada menos
que el mismísimo ex “mandatario” de la mexicanada (2000 – 2006), mister Vicente
Fox Quezada –aquél que nunca ha dejado de arrancar sonrisas, carcajadas y hasta
vergüenzas nacionales con sus múltiples y viscerales diretes-
¿De
que manera apoyará el amigo Vicente el millonario proyecto de Shively?, ¿por
qué lleva tantos años defendiendo a capa y espada la despenalización de la
recreativa planta?, ¿acaso el ex directivo de Microsoft perdió la cordura y
encontró en Vicente el rostro publicitario idóneo para llevar su futura marca
Cannábica hasta el lindero más insospechado de estados unidos y del mundo
entero?, no sé tú excepcional leedor, pero a mi no me hacen de chivo los
tamales porque saben a puritito convento, ahí hay gato encerrado –con todo y
las botas y el bigote y el porro- y no pasará mucho tiempo para descubrir como
es que un tal Vicente pasó de empresario a directivo, de directivo a presidente
y de presidente a agricultor.
Ciertamente
y de manera personal, no encuentro ningún problema con la despenalización de la
mariguana, por el contrario, vislumbro un sinfín de beneficios a todos los
niveles tanto del estado –así en minúsculas para no caer en exageraciones- como
de la sociedad, lo que me resulta grandemente ofensivo, es que nuestro pusilánime
y limítrofe sistema gubernamental siga tratándonos -a nosotros que les damos de
tragar- de esa manera tan paternalista y humillante, pretendiendo que los mexicanos
somos inocentes e ignorantes y que no nos damos cuenta de sus chanchullos, de
sus atrocidades y de sus jaladas. Señores políticos, no cometan el error del
león, que nunca dejó de creer que todos somos de su misma condición –otro verso
nomás porque amanecí inspirado-.
En
resumen, lo que estados unidos acaba de desatar, no lo detiene México, por el
contrario, ya se está viendo obligado a ajustarse a tan maravilloso avance,
ahora bien, es tarea y obligación de quienes escriben y de quienes hacen valer nuestras
leyes, no tomarse a la ligera –como siempre lo han hecho- el asunto y por
primera vez en muchísimos años, conseguir que una oportunidad de semejantes
magnitudes, termine por convertirse en el trampolín que nuestra nación requiere
y urge. Así que dejemos de lado las ambiciones, las dobles morales –que nadie
se las puede creer-, los discursos de relleno, las oligofrenias y los pésimos
montajes y agarren este toro por los cuernos para que más adelante, podamos
llenarnos la boca hasta el cansancio por llamarles valientes.
Como
dijo el excelente Cantautor mexicano Fernando Delgadillo “si el verde es vida y
los viajes ilustran… ¡legalización!”
¿La
broma de la semana? Enrique Peña asegurando que no tolerará que funcionarios
interfieran en elecciones, sabiendo perfectamente que su cargo proviene de una
interminable lista de interferencias. ¡Aplausos a tan soberbio derroche de histrionismo
por favor!