Pura Viña. Sobre el festival de Viña del Mar 2013 y el humor

 Hemos vivido una semana marcada por varias noticias: primero, el mundo siguió de cerca la renuncia y despedida de Benedicto XVI. Una acontecimiento único, que quizá no se vuelva repetir de esa forma. Con ello, somos testigos de una buena nueva, de esperanza, ya que de esta decisión saldrán solo cosas buenas para la Iglesia y, de paso, para el mundo. Mi agradecimiento al Santo Padre y mi oración por el cónclave, que elegirá a su sucesor.

 

. Una acontecimiento único, que quizá no se vuelva repetir de esa forma. Con ello, somos testigos de una buena nueva, de esperanza, ya que de esta decisión saldrán solo cosas buenas para la Iglesia y, de paso, para el mundo. Mi agradecimiento al Santo Padre y mi oración por el cónclave, que elegirá a su sucesor.
También conmemoramos un nuevo aniversario del terremoto y maremoto del 27 Febrero. Una invitación a la reflexión, a renovar el amor a la vida y la solidaridad entre todos. Bueno es descubrir las luces de esperanza que surgieron ya que, entre todos, hemos vuelto a levantar lo que la naturaleza destruyó o se llevó.

Rezamos por las víctimas. Las recordamos en la oración, en la solidaridad para con sus familiares. En el dolor nos sentimos más unidos, se pulen y aminoran las diferencias para dejar brotar lo más propio del ser humano: su calidad de hermano en una familia común.

Y Viña del Mar. Viña 2013. Imposible no decir una palabra, a horas de su término. Para empezar por lo positivo, felicito a los creativos que montan un escenario muy bueno, de calidad mundial y permiten que se pueda seguir por televisión desde todos los rincones de Chile y el mundo.

La música le hace bien al alma. Oxigena, distrae sanamente, regala alegría. Lamento sí una parte del humor. El gusto por las palabras groseras supero varias veces lo tolerable. Se abusó, a mi juicio, del doble sentido y de las groserías. Algunos humoristas se excusaron diciendo que eso era lo que pide el público. Esa falacia se destruyó cuando apareció 31Minutos sobre el escenario. Un espectáculo notable, de clase mundial, ordenado, limpio, de buen lenguaje. Humor inteligente, castellano de adultos y, a su vez, comprensible para todos. Una rutina que podían seguir “grandes y chicos”, como fue lo que abundó la noche que se presentaron.

Es cierto que, lamentablemente, las expectativas de la gente a veces son otras. Se nivela para abajo y se cae estrepitosamente en la ordinariez, lo chabacano, lo vulgar.

El humor de un pueblo dice mucho de lo que lleva en el corazón. Estamos abusando peligrosamente de las groserías, descalificaciones y burlas hacia los demás. Abunda la broma “de la cintura para abajo” y solapada o abiertamente machistas. Me llama la atención que ninguna mujer del espectáculo o televisión haya llamado la atención en esto. Se dejan basurear y ningunear sin decir nada, como si fuese obvio que se las descalifique o se las transforme en objeto de consumo.

31Minutos dejó alta la vara para los próximos festivales. Revela que el público entiende que calidad y buen humor son compatibles. Es cosa de imaginación e inteligencia. Gracias por el buen ejemplo y gracias al público por apoyarlo.

P.Hugo Tagle

twitter: @hugotagle

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