. Una acontecimiento único, que quizá no
se vuelva repetir de esa forma. Con ello, somos testigos de una buena nueva, de
esperanza, ya que de esta decisión saldrán solo cosas buenas para la Iglesia y,
de paso, para el mundo. Mi agradecimiento al Santo Padre y mi oración por el
cónclave, que elegirá a su sucesor.
También conmemoramos un nuevo aniversario
del terremoto y maremoto del 27 Febrero. Una invitación a la reflexión, a
renovar el amor a la vida y la solidaridad entre todos. Bueno es descubrir las
luces de esperanza que surgieron ya que, entre todos, hemos vuelto a levantar
lo que la naturaleza destruyó o se llevó.
Rezamos por las víctimas. Las recordamos
en la oración, en la solidaridad para con sus familiares. En el dolor nos
sentimos más unidos, se pulen y aminoran las diferencias para dejar brotar lo
más propio del ser humano: su calidad de hermano en una familia común.
Y Viña del Mar. Viña 2013. Imposible no
decir una palabra, a horas de su término. Para empezar por lo positivo,
felicito a los creativos que montan un escenario muy bueno, de calidad mundial
y permiten que se pueda seguir por televisión desde todos los rincones de Chile
y el mundo.
La música le hace bien al alma. Oxigena,
distrae sanamente, regala alegría. Lamento sí una parte del humor. El gusto por
las palabras groseras supero varias veces lo tolerable. Se abusó, a mi juicio,
del doble sentido y de las groserías. Algunos humoristas se excusaron diciendo
que eso era lo que pide el público. Esa falacia se destruyó cuando apareció
31Minutos sobre el escenario. Un espectáculo notable, de clase mundial,
ordenado, limpio, de buen lenguaje. Humor inteligente, castellano de adultos y,
a su vez, comprensible para todos. Una rutina que podían seguir “grandes y
chicos”, como fue lo que abundó la noche que se presentaron.
Es cierto que, lamentablemente, las
expectativas de la gente a veces son otras. Se nivela para abajo y se cae
estrepitosamente en la ordinariez, lo chabacano, lo vulgar.
El humor de un pueblo dice mucho de lo
que lleva en el corazón. Estamos abusando peligrosamente de las groserías,
descalificaciones y burlas hacia los demás. Abunda la broma “de la cintura para
abajo” y solapada o abiertamente machistas. Me llama la atención que ninguna
mujer del espectáculo o televisión haya llamado la atención en esto. Se dejan
basurear y ningunear sin decir nada, como si fuese obvio que se las
descalifique o se las transforme en objeto de consumo.
31Minutos dejó alta la vara para los
próximos festivales. Revela que el público entiende que calidad y buen humor
son compatibles. Es cosa de imaginación e inteligencia. Gracias por el buen
ejemplo y gracias al público por apoyarlo.
P.Hugo Tagle
twitter: @hugotagle