Es cierto, lo decimos de entrada, en España no hay 6 millones de parados. El presidente de la Patronal, Juan Rosel, tiene toda la razón en esto, pero la tiene por defecto. No hay 6 millones de parados, hay ya casi 7 millones. Para afirmar esto me baso en los datos delInstituto Nacional de Estadística, los únicos con reconocimiento internacional para ser utilizados. Sin embargo, el señor Rosel se basa en una cierta percepción popular de que hay mucho "chorizo" que dice estar en paro, pero no lo está y además los hay que cobran mientras hacen "chapucillas" por ahí. Lo que viene a decirnos el sustituto del ínclito Díaz Ferrán, es que hay que cambiar la forma de contabilizar el paro y dejar de contar entre los parados a aquellos que, según la metodología de la EPA, no están inscritos como parados, pero sí querrían trabajar. Es más, seguro que preferiría restar de la suma total a aquellos que no acepten cualquier trabajo en cualquier condición que se le ofrezca al "parado". Con todos estos condicionantes la cuenta de parados se reduciría a menos de cuatro millones. Ese es el dato que maneja Rosel y el hacia el que el actual gobierno quiere avanzar mediante la estadística EPA o el registro de las oficinas de empleo.