. Sobre todo a esto de la alta abstención, lo que da cuenta de una serie de síntomas que no debemos dejar de abordar. Me han explicado que es normal, que en todas las sociedades en que hay voto voluntario, se da una baja concurrencia. Puede ser. Pero leo en ello otra razón. La sensación de no pocos chilenos de no sentirse realmente insertos en los procesos sociales y decisiones nacionales; de que la vida política es una cosa y la suya, otra completamente distinta. Dos mundos que no se tocan. Por lo mismo, debemos trabajar más por reforzar la conciencia de que en Chile, nadie sobra, todos valen, que la democracia y participación entra a la cocina, living, jardín de la casa.Y esa es tarea, primero, de quienes se dieron la molestia de ir a votar para las elecciones municipales. Lo digo porque somos más conscientes que todo voto vale.A pesar de mi decepción con el tema (pensé que ya éramos adultos y que no necesitábamos una ley que nos obligara a votar) sigo estando de acuerdo con el voto voluntario. No cambiaría el sistema por este bajón en la participación electoral. Creo que sería bueno darle una segunda y tercera oportunidad. Junto con ello, aumentaría las campañas de educación cívica, en los colegios principalmente, para crecer en responsabilidad y convencernos unos a otros de que todos valen igual, que las decisiones que apuntan a una mayor calidad de vida y bienestar comienzan en la urna, con una cruz en un voto. La acción no debe ser una reacción a algo, sino una creación.En democracia, cada cierto tiempo, todos somos iguales, todos valemos lo mismo y con un lápiz y un papel dibujamos el país que queremos.Leo por ahí que “cuanto menos se tiene más importante es tu voto. Los votos construyen hospitales. Con la indiferencia no se construye nada”. Urge hacer crecer el interés por lo que nos es común. Que nuestro crecimiento económico no merme la capacidad de encuentro e interés por el otro. Sin duda hay una considerable dosis de individualismo en lo que vivimos en las municipales. El acto de votar revela interés por el otro, por lo que es y significa. Casi todas las cosas buenas que suceden en el mundo, nacen de una actitud de aprecio por los demás. El votar, es una de ellas.Por último, vuelvo a felicitar a todos quienes aprovecharon esta oportunidad para ejercer su derecho y responsabilidad cívica y a los vocales de mesa. A éstos se les hizo fácil la tarea. Velemos para que en las próximas elecciones sí tengan trabajo.Hugo Tagletwitter: @hugotagle