Menos que ideológica es tribal la concepción y práctica del poder que caracteriza al señor Chávez y su revolución bolivarista. Y además tan pantallera como manipuladora de la buena fe de las personas a quienes va dirigida la escenificación de la demagogia.Si a estas alturas alguien tenía alguna duda razonable al respecto, el “espectáculo” de la cadena con víctimas inmobiliarias y las amenazas telefónico-mediáticas al presidente del Banco Provincial, debería despejarla a satisfacción. Lo primero a señalar es que el drama de las “estafas inmobiliarias” se ha venido agravando por la acción y omisión del régimen que preside el señor Chávez. Mientras menos viviendas se construyan, menos alternativa tienen los potenciales y efectivos compradores, y más ventaja adquieren las reducidas empresas de construcción, y en especial las codiciosas.