Es una suerte poder asistir al fin de una sociedad y ver como nace
otra, como todo parto, es una época
traumática y como casi siempre es necesario un par de cachetes buscando un
llanto que indique el deseo de continuar - extraña paradoja-, que el acto de la
vida logra permanecer.
Más que adaptarse a esta nueva era, es necesario desaprender, recomenzar,
nacer de nuevo. Desde los 60 empezamos cambios de paradigmas, parciales al
inicio pero que fueron reproduciéndose en todas las esferas, lo embargaron
todo, lo cambiaron todo; sin que quisiéramos darnos cuenta. Llegamos así a un
escenario tautológico en el que no nos damos cuenta que no nos damos cuenta. Es
imperativo para vivir en esta nueva sociedad - ya que lo que acontece no es una
sociedad en cambio, lo que acontece es un cambio de sociedad -, tomar
conciencia, darnos cuenta de que no nos damos cuenta, para así caer en la
cuenta y actuar en consecuencia: Re-inventarnos, renacer. Al escribir esto
caigo en cuenta que ya los evangelios hablaron de eso, aunque para un ateo no
sea fácil ponerlo de manifiesto - Efesios
4, 22-24- pero es parte de mi dosis de eclecticismo la que me lo permite. Me
recuerda igualmente una sentencia de Alvin
Toffler "Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan
leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender"
“La tercera ola” 1979 http://bit.ly/xtE4UQ .
De cierta manera, Los Mayas tiene
razón, asistimos al fin de un mundo y es un precioso momento de traumática
intensidad, tomo prestada la idea del poema de Guillermo León Valencia "Hay un instante del crepúsculo en que
las cosas brillan más fugaz momento palpitante de amorosas intensidad"
Siempre esperamos que lo nuevo sea mejor, aunque en muchas ocasiones no sea
siempre así, basta con repasar los relevos de gobierno en muchas democracias
lampedusianas, la más de las veces, son más de lo mismo o lo mismo presentado de
otra manera. "Se
vogliamo che tutto rimanga come è, bisogna che tutto cambi" -El gatopardo
1957. Giuseppe Tomasi di Lampedusa.-
Algunas veces, que suceda esto, esta bien, permite a las sociedades darse
cuenta que no se dan cuenta de que el modelo esta agotado, que es necesario
cual Ave Fénix resurgir de sus
cenizas, desde ellas, no con ellas.
Soy optimista respecto al futuro, hemos llegado a un punto en que las
nuevas generaciones tienen más herramientas que las que tuvieron todas jutas
sus generaciones precedentes. Aparece el concepto de “Sociedad de la
información” que me descubrió Yoneji Masuda a mi paso por Fundesco “La
sociedad informatizada como sociedad post-industrial” Yoneji Masuda, Editorial
Fundesco 1984. El acumulado de
saberes es inmenso. Bien es cierto que dependerá
mucho de las habilidades con que aplique ese conocimiento, pero también es cierto
que esto generara más conocimiento de forma exponencial.
En este periodo de transición muchos jóvenes al igual que Bart Simpson (Matt Groening 1987) repitan de forma
insistente “I'm bored” ya que al igual en el poema “Los potros”, se reproduce un poco el
esquema, son los jóvenes quienes esperan impacientes a que los rezagados analógicos
lleguemos a ese su nuevo mundo: “…entonces
paran el triunfante casco, resoplan roncos, ante el sol violento. Y alzando en
grupo las cabezas locas oyen llegar el retrasado viento”. (José Eustasio Rivera
)
Aparece un escenario de interrelaciones personales en el que el holismo
producirá un mundo más colaborativo “La
Ciudad Global”, 1991 Saskia Sassen, más
solidario en el que la diferencia será un valor en el que se funde la
igualdad. Alvin Toffler explica que "la sociedad necesita personas que
se ocupen de los ancianos y que sepan cómo ser compasivos y honestos. La
sociedad necesita gente que trabaje en los hospitales. La sociedad necesita todo
tipo de habilidades que no son sólo cognitivas, son emocionales, son afectivas.
No podemos montar la sociedad sobre datos".
De alguna manera será una sociedad en permanente nacimiento en el sentido
de la mayéutica socrática, con otro modelo económico, probablemente en el que
beneficio no sea monetario, sino representado en bienestar común - Christian Felber La Economía del Bien Común http://bit.ly/AvFdmS - Entretanto ya estamos en la clara premonición
de Peter Ferdinand Drucker "La sociedad post-capitalista"1990.
“En esta sociedad” hacia “donde nos estamos dirigiendo muy rápidamente, es el “saber” y no el capital el recurso clave”.
Y es que el Saber no puede ser comprado con dinero ni creado por capital de
inversión. La economía emergente, es la economía del conocimiento, su
protagonista (el ser humano) y las implicancias para las organizaciones -“La práctica del management” 1954- nos están
dando como resultado la mayor transformación mundial que tiene lugar desde la
edad del capitalismo a la sociedad del conocimiento.
Y este concepto ha de ser pluralista e ir más allá de la sociedad de la
información ya que apunta a transformaciones sociales, culturales y económicas
en apoyo al desarrollo sustentable. Los pilares de las sociedades del
conocimiento son el acceso a la información para todos, la libertad de
expresión y la diversidad lingüística. “Hacia
las Sociedades del Conocimiento” 2005 http://bit.ly/zJL7cJ
);
Así que ánimo, ya nacimos una vez a un mundo nuevo, ahora tenemos ante
nosotros un Nuevo Mundo que el que renacer.