La dantesca realidad que
significa el déficit cultural
en el área
metropolitana de Caracas, constituye uno de los saldos más
negativos del presente régimen.
Johan Rodríguez Perozo (*)
El 26 de noviembre
del año que concluye, ocurrió un evento de alto impacto para el movimiento cultural del área metropolitana de Caracas. El Alcalde de Chacao, Emilio
Graterón, llevó a cabo el acto de inauguración del nuevo Teatro de Chacao,
en las instalaciones dispuestas para ello en los predios de la Urbanización El Rosal. La apertura de esta nueva y moderna instalación, significa un magnífico aporte para la dinámica cultural de la ciudad. Probablemente sea la única instalación de su tipo, construida en
los últimos años en el ámbito en referencia.
El área metropolitana de Caracas,
está conformada por el conurbano
integrado por cinco municipios: El Hatillo, Sucre, Baruta y Chacao, del Estado
Miranda y Libertador, del Distrito Capital. En el seno de esta área geográfica, convive una población de aproximadamente cuatro millones y medio de habitantes.
En este sentido, vale la pena señalar, que en materia de oferta
cultural para esta población, la misma ha sufrido una
merma importante en lo que va de régimen chavista. No ha sido
esta actividad, precisamente, la que caracteriza la acción de las políticas públicas de estos tiempos.
Es por ello que la apertura del nuevo Teatro de Chacao,
viene a colocar de relieve la ausencia
notoria de una política cultural para la ciudad.
Sólo en el Municipio libertador, donde se concentra la mayor
parte de la infraestructura cultural de Caracas, la oferta de la actividad
cultural es porcentualmente ínfima, respecto a la necesidad
de la población en esta materia. En la
franja que va, desde el Parque El Calvario, hasta Chacaíto, descansan los monumentos culturales más importantes: Parque El Calvario, Paseo Vargas, Plaza Bolívar, Casa Natal del Libertador, Palacio de las Academias,
Antigua Biblioteca Nacional, Teatro Municipal, Teatro Nacional, Catedral de
Caracas, Casa Amarilla, Palacio Municipal, Sede del Gobierno del Distrito
Capital, Palacio Federal Legislativo, Museo de Artes del Fuego, Nuevo Circo de
Caracas, Galería de Arte Nacional, Museo de
Arte Contemporáneo, Museo de Bellas Artes, Museo
de Ciencias Naturales, antigua sede del Ateneo de Caracas, Teatro Teresa Carreño, Parque Los Caobos, Plaza Venezuela, Jardín Botánico, Universidad Central de
Venezuela; a lo cual se suma el "pequeño Jerusalén" que es el Boulevard Amador Bendayán, el cual alberga la Mezquita Árabe, la Iglesia Maronita, la Capilla Santa Rosa, la
Sinagoga Judía, además de la sede del anfiteatro de la Fundación Orquesta Nacional Infantil, la Casa del Artista y el
paseo museístico del Colegio de
Ingenieros de Venezuela. Sin duda alguna, esta extraordinaria y diversa
infraestructura, llena de contenido apropiado y dispuesta para el desarrollo de
una política cultural, sería la envidia de muchos países del planeta.
De una manera u otra, la mayor parte de las instalaciones públicas mencionadas, han sido sometidas por este régimen, al impacto del atropello vandálico, como lo fue la destrucción de la efigie de Cristóbal Colón, en el paseo que lleva su nombre, o el violento desalojo
del cual fue objeto la actividad que, por años, se venía desarrollando en la sede del Ateneo de Caracas. Por otra
parte, la conversión de los principales teatros
de la ciudad, en asiento permanente de la reuniones político - partidistas de quienes detentan el poder, liquidando
así la dinámica normal y permanente de la actividad cultural de la
ciudad, se suma al poder destructor de la actividad cultural por parte del régimen, en el ámbito de la ciudad. Pertinente
es señalar también, la conversión de muchas de las
instalaciones antes mencionadas, en albergues y refugios de damnificados por
las intensas lluvias ocurridas en los últimos años.
Es por ello que, obras como la recuperación del Boulevard de Sabana Grande y la apertura del Teatro
de Chacao, impactan positivamente a la ciudadanía. Aunque en ocasiones,
pareciera se le quiere adormecer, privándola de algo tan importante
como es el desarrollo del aspecto cultural y educativo de la ciudadanía. Seguramente, las decenas de profesionales vinculados,
por ejemplo, con la actividad teatral, quienes se han visto en la necesidad de
refugiarse en algunas salas de cine de centros comerciales de la ciudad, para
poder llevar a cabo su actividad profesional, ofreciéndole al público caraqueño opciones diversas en estos ámbitos, se verán sumamente complacidos con la iniciativa de la Alcaldía de Chacao. El teatro logrará su propia relevancia, en la
medida en que se convierta en centro de rescate de la actividad cultural en
general y en zona de disfrute para los caraqueños, artistas y público en general. Cuando esta "novela" que es el
régimen de Chávez concluya, el Teatro de
Chacao se levantará como el ícono que hizo posible la recuperación de la ciudad, en uno de los aspectos que le es más caro a la ciudadanía: la actividad cultural.
Bien por la gestión pública realizada en Chacao, por la inauguración del nuevo Teatro, lo cual no sólo es muestra de competencia profesional, en el ejercicio
de los asuntos públicos, sino además, afirmación de continuidad de una política creativa y positiva, en beneficio de la colectividad y
no de proyecto político personal alguno. De ello
podrán sentirse satisfechos, tanto
el ex Alcalde Leopoldo López y el Alcalde Emilio Graterón, junto a sus respectivos equipos. Ellos hicieron posible,
esta extraordinaria contribución al desarrollo de la ciudad.
Enhorabuena!