Ya van dos veces que ocurre,Amlo de locura escurreen mañanera proclivey el egocentrismo exhibe.En dislates no repara,a un diamante se equiparadando lectura a un poemade Rubén Darío emblema.En su voz aguardientosaaja a tal piedra preciosacon gran yoísmo pedanteengreído, petulante.Incurre en tal desvarío,ya imagino al buen Daríorevolcándose en su tumbaquejándose en ultratumba.Porque el peje cual bandidole cambió, pues, el sentidoa tan hermosa poesía,lo cual no se merecía.López engaña bastanteporque él no es un diamante,cuando mucho, sobre todo,será la gota de lodo.Que a México ha enfangadoen la ignominia embarradodel más grave retroceso,retrógrada sin progreso.Ya es preocupante el estadomental de Andrés, trastornado,luce enfermo de la choyaal compararse a esa joya.Autor: Lic. Gonzalo Ramos ArandaCiudad de México, a 17 de octubre del 2022Reg. SEP Indautor No. (en trámite)