.
En un momento en que la economía no se muestra muy amigable con el bolsillo, y donde particularmente la inflación parece carcomer día a día los recursos monetarios que se disponen, parecería caído del cielo tomar conocimiento de que se dispone de dinero, del cual no estaba presente dentro de nuestras atenciones.
Por lo anterior, saber por un medio periodístico que la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) publicó un nuevo informe de acreencias bancarias, resulta en un incentivo para acercarse a la página web denominada Buscador de Acreencias Bancarias y dispuesta por la entidad fiscalizadora que encontramos en el link https://acreencias.cmfchile.cl/clientebancario/portada?indice=103.0.Al respecto es importante contemplar que la información que se proporciona surge de bancos, cooperativas de ahorro, y entidades financieras y de crédito, por tanto, el espectro de búsqueda de estas acreencias bancarias es bastante amplio. Las acreencias bancarias, conforme el artículo 156 de la Ley General de Bancos señala en lo medular que “surgen al amparo de la caducidad de depósitos, captaciones o cualquier acreencia a favor de terceros derivadas de su giro financiero, comprendidas expresamente las provenientes de dividendos pagados a sus accionistas”, y que “trascurridos dos años desde que la cuenta respectiva no haya tenido movimiento o no haya sido cobrada por el titular, la institución financiera formará una lista en el mes de enero siguiente…”, de la que “podrán omitirse las acreencias inferiores al equivalente de una unidad de fomento”. Asimismo, el artículo anterior señala que después de tres años de la conformación de la lista, la acreencia caducará, perdiendo el titular los derechos, y los valores deberán ser enterados en la Tesorería Regional o Provincial que corresponda. Al respecto, cuando se toma comprensión de este concepto financiero y de la información cuantitativa aportada por la CMF el 17 de marzo de 2022, sorprende, primero la alta cifra monetaria, pues superaba los $98 mil millones, y segundo, el alto número de acreencias, las que totalizan 154.401, comprometidos con trece bancos, en donde las cuatro cifras mayores están comprometidas en el Banco Chile, Scotiabank, Banco BCI, Banco Santander, y Banco del Estado de Chile, representando en torno al 85% del total disponible de acreencias. Al reflexionar por qué se llega esta situación, la que seguro podría responder a algo como “descuido”, “relajo”, descontrol, fallecimiento, u otro, lo que se marca esencialmente es una falencia en la gestión de las finanzas (planificar, organizar, dirigir y controlar), pero específicamente con algo tan relevante y necesario con el dinero como es su control, a lo que se puede agregar en este panorama que “a río revuelto, ganancia de pescadores”, pues alguien debe estar sonriendo con esta indisciplina y descuido financiero. A propósito: ¿usted no estará en la lista para recuperar alguna acreencia? Lamentablemente debo señalar en mi caso el ejercicio de búsqueda no me produjo ninguna sorpresa. ¡Tic, tac: el tiempo corre contra usted!Mauricio Andrés Burgos Navarrete, Director de la carrera de Auditoria e Ingeniería en Control de Gestión, Facultad de Administración y Negocios, en la Universidad Autónoma de Chile (Sede Temuco)