Si el siglo pasado se caracterizó por un auge industrial
sin precedentes, convirtiéndose la industria en la locomotora de la economía, las
últimas décadas del siglo pasado y la primera de éste, es el sector servicios
es el que ha sido el motor del crecimiento: lo que se ha dado en llamar la
economía de los servicios. En éste
post de Dave Gray (fundador de Xplane) encontrareis una magnífica
explicación del concepto. La economía de los servicios se basa en la aplicación
de un sencillo principio: entender el punto de vista del usuario. Desde mi
punto de vista en 2012 veremos la evolución en el campo del e-learning de
cursos y acciones formativas como “productos” a cursos y acciones de formación como
“servicios”.
Este enfoque servicios, va más allá de ofrecer al cliente
un conjunto de procesos reglados en los que el alumno manifiesta su aprobación
o disgusto al final de los mismos. El cambio hacia una economía de servicios
supone que los nuevos cursos creados con éste enfoque serán; más personalizados
(definidos por las preferencias del usuario), contextuales (en entornos tanto
de aula como en entornos móviles) y participativos (con estrategias y enfoques
del mundo de los juegos). Los servicios son en verdad experiencias, no
procesos. Estas nuevas lógicas de servicio supondrán un cambio en la oferta
formativa del e-learning y será la forma de agregar en los cursos tradicionales
nuevas propuestas que vinculen la formación e-learning a la empleabilidad.
En la economía de servicios, los productos (un teléfono, un
coche o un curso por ejemplo) son “avatares”, (representaciones) de un servicio
que es realmente el que da valor al producto. Por ejemplo un iPhone. Su valor
viene de los servicios que le proporciona: hablar con los amigos, enviarles
mensajes, y tener acceso a una variedad amplia de usos (canciones, libros, películas,
etc). Tener un iPhone permite llevar consigo el valor de una ciudad entera de
servicios en su bolsillo. El trabajo del iPhone es proveerles de esos servicios,
el producto, el teléfono, es una mera representación de ese valor.
En la formación estamos viendo ésta evolución, por un lado
hacia la integración de servicios “cercanos” (formación-información,
selección-formación, formación-empleabilidad) y por otro hacia la amplificación
de los servicios tradicionales utilizando la tecnología (formación + movilidad,
dispositivos + web social). El camino de la innovación vendrá determinado por
la co-creacón de estos servicios con los alumnos, y no por los que se puedan
pensar en un laboratorio. Esta aceptación vendrá determinada en gran medida por
la aceptación del modelo de servicio “en la nube” que permitirá hacer realidad
la mayor integración y/ amplificación de un producto actual de formación a un
servicio de valor añadido para el alumno.