El proceso de revocatoria del mandato contra la alcaldesa Alcira Sandoval Ibañez no solo se caracteriza por vacíos normativos y vicios de procedimiento, sino también por un claro componente de persecución política orquestado por actores vinculados a la política local. En particular de un concejal del municipio de soledad, quien lidera el comité promotor de la revocatoria, y el magistrado de cambio radical en el concejo nacional electoral, quien presidió la audiencia pública, tienen una relación estrecha con la política municipal, lo que plantea serias dudas sobre la imparcialidad del proceso y las verdaderas motivaciones detrás de esta iniciativa, motivaciones individualistas y llenas de una gran carga revanchista.