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se destaca que en las últimas tres décadas, la participación laboral de las mujeres de 15 y más años creció del 41,3% a 53,9%, mientras que la de los hombres se mantuvo relativamente estable, en torno al 78% en promedio para 18 países de América Latina. A pesar de esta importante reducción en la brecha de género de participación laboral, el espacio para que más mujeres se sumen al mercado de trabajo es amplio (Ashraf et al. 2022, Santos Silva & Klasen, 2021). Asumiendo de esta forma que las mujeres somos tan capaces como los hombres de asumir las responsabilidades, obligaciones y actividades que nos propongamos, por que al pasar de los años se ha demostrado que la capacidad ha dado resultado que el de los hombres, para sacar adelante a la familia con la delicadeza que nos caracteriza, las persona de diferentes sexo tienen algo que aportar en nuetra vida social sin olvidar que ambos sexos son complementos.
Por otra parte se ha comprobado que algunas mujeres, la vida le impuso ocupaciones masculinas, le dan un matiz profesional a su empresa teniendo firmeza en las decisiones que les exigen, en el cargo que desempeña manteniéndose femenina desarrollando sus habilidades y conocimiento con profesionalismo (abg. Cortez Olga, Juez). Esto conlleva, que la relación entre participación laboral femenina y crecimiento económico se suele explicar por el nivel de desarrollo económico de los países, las mujeres tienden a combinar el trabajo familiar no remunerado con el trabajo fuera del hogar. En el caso de los países con niveles bajos de desarrollo, el ingreso de las mujeres juega un papel importante en los gastos del hogar, por lo que estas suelen participar activamente en tareas remuneradas, en los últimos años el ritmo de crecimiento de la participación laboral femenina la participación de las mujeres en actividades remuneradas es relativamente elevada.en este contexto, las comunas en base a la participación en las políticas publica y su actual importancia que prioriza el estado es una alternativa a la cooperación individual que la lleva a participar en producción comunitaria a través del cuidado de dos vértices (hogar-comunidad), El liderazgo exitoso que se busca en las organizaciones políticas y en los espacios de toma de decisiones ha estado relacionado con atributos que han sido históricamente asignados a los hombres, como por ejemplo la capacidad de decisión, la inteligencia emocional, el pensamiento estratégico y las habilidades para resolver problemas, en este caso el rol de la mujer ha tomado importancia con el transcurrir del tiempo tomando nuevos cambios en el campo del fortalecimiento en la participación popular y en la sociedad