La ancha avenida del medio, más ancha que Massa

La parte de la sociedad más activa políticamente y buena parte de los medios, premian cualquier actitud de grieta y castigan al que busca consenso. Es muy dificil para los que no hacen política en los extremos pese a estar asociados a ellos, poder posicionarse frente a un electorado que prefiere el espectáculo de la confrontación y suma su indignación a los que gritan e insultan.

 

. Es muy dificil para los que no hacen política en los extremos pese a estar asociados a ellos, poder posicionarse frente a un electorado que prefiere el espectáculo de la confrontación y suma su indignación a los que gritan e insultan.

Rinde mucho más para aparecer en un medio y obtener algo de raiting, al poco que puede conseguir la TV con semejante avance de las redes, videos y la segmentación que hoy hay en la comunicación, ser crítico destructivo, gritar e insultar. De ese modo se logra alinear la indignación con la política desde la derecha liberal (por cuarentenas, vacunas, economía, impuestos, inflación, poder adquisitivo...) y las necesidades reales de otros, utilizadas por los que buscan controlar fondos que asisten a la pobreza, desde sectores de izquierda.

Y si bien esto capta la atención porque las expresiones son muy visibles, la otra grieta, la mayor, se sostiene desde los medios de uno y otro lado, incluso usando a esas dos minorías intensas como disparador de sus propios discursos.

Es como si en medio de un naufragio (que por ahora no fue, aunque se estuvo cerca de pegar al iceberg) los distintos tripulantes y responsables del barco, se culparan y criticaran mutuamente y a los gritos, en lugar de buscar soluciones al problema.

Como analizamos en la nota anterior si fuera por el Kirchnerismo y Macrismo por un lado, con el agravante del poder legislativo que tienen; y por la Izquierda y Libertarios por otro, con el impacto en medios y la juventud de ambos, hoy estaríamos en default con FMI por la actitud de los cuatro grupos políticos frente al acuerdo. Y no solo se trataría de un incumplimiento de deuda con un organismo, si no que el riesgo país hubiera estallado, los papeles argentinos y ADR se hubieran derrumbado, la caída del peso sería imparable y los efectos sociales inimaginables.

Si hubiera sido por los grupos políticos intensos, de mayor poder electoral y que ostentan a los potenciales candidatos para 2023, esto hoy sería un desastre.

Sin embargo desde la sociedad en general, no se reconoce la actitud de los moderados, los que buscaron consensos, los que aún perteneciendo a alguno de los frentes que integran los intensos, no se dejaron intimidar. Pasó con el Peronismo, la UCR y hasta con legisladores de Juntos por el Cambio, sumados a bloques menores que aprobaron el acuerdo.

Por ese importante grupo --del medio de la grieta--- que encontró los consensos necesarios luego de mucha negociación, que con un presente dificil pero se sigue.

Hay que ver también que en ese grupo coincidieron en la representación política, la mayoría de los oficialismos que tienen a cargo Ejecutivos provinciales, lo cual evidencia que es muy fácil hablar y proponer cualquier inconsistencia cuando no se tiene responsabilidad de gobierno, pero enfrentar un caos económico-social cuando se está administrando escasez, es muy difícil.

Sin duda Alberto Fernández como presidente híbrido como pretendía ser, decepcionó a quienes esperaban una actuación política coherente, porque sus contradicciones, errores políticos y falta de actitud fueron notorios. Y seguramente no decepcionó en el mismo nivel al Kirchnerismo quien solo lo vio como un instrumento a la vuelta de Cristina y no esperaba nada de él, salvo que no se saliera de la línea que le impusieran, pero se salió, y de un modo tan contradictorio, que tampoco ganó adhesiones Anti K.

Es real que en lo político el gobierno de Fernández es muy cuestionable, pero cuando de la política pasamos a la economía y la interacción de ambas, la valoración debería ser distinta.

También lo analicé en la última nota de 2021 que si se hacía alguna comparación de esta crisis ---que ya lleva 11 años-- con cualquiera del pasado, que se haya aplicado gradualismo o shock, ninguna se prolongó tanto, pero además ninguna cruzó a 4 administraciones sin que ninguna la resuelva o estalle. Ahora la pregunta es ¿ya no estalló?. Las comparaciones que hacen -- intencionadas -- de este gobierno con la hiper de Alfonsin, poco o nada tiene que ver. Es mucho más comparable el 2019 de Macri con 2001 pero en este caso con crédito de FMI que si llegó, mientras que en el 2000 no llegó. El 2020 y estirado por la pandemia a 2021 y sus malos manejos es comparable, con el 2002. Y este 2022 el gobierno esperaba sea con una levantada como la de 2003, después de haber ajustado el dólar de 60 pesos a 220 en el paralelo, algo parecido de 1 a casi 4 pesos que soportó Remes Lenicov y dejó su lugar a Lavagna que tuvo años de crecimiento. El problema que Martín Guzmán debía o quiso ser los dos ministros a la vez, el que soportara la caída del peso y luego con esa competitividad exportadora, ser el que capitalizara el crecimiento. Licuando deuda en pesos además y fortaleciendo reservas del BCRA. El problema central -- y no reconocido públicamente-- es que además era imprescindible cerrar el déficit fiscal. Y eso se resolvió de un modo animal, dado que los malos manejos en cuarentenas habían agrandado el que dejó Macri. Pocos recordarán qué el último IFE y ATP se pagó allá por agosto de 2020, realmente no se asistió lo que se debía, a los damnificados de las cuarentenas. Como tampoco sostuvieron los ingresos de estatales, planes y jubilados, que sufrieron el ajuste más grande de la historia, mucho más de lo que intentó López Murphy en 2000, y más del doble de Cavallo y De La Rua luego.

Se puede ver como falla o como virtud del ministro de economía, pero como fuera buscó achicar el déficit, incluso con números que ni los más de derecha se hubieran atrevido a proponer, aunque todavía no consigue el superávit. Realmente achicó el gasto de un modo importante, algo que no se le reconoce --al contrario, se los cuestiona--- cuando desde cada micrófono los opositores, sobre todo liberales lo reclamaron y lo siguen reclamando. El famoso "gasto de la política" que también critican e incluso podemos sumar hasta posible corrupción con fondos públicos, en el inmenso océano del PBI es una gota de agua, no importa cuánto despilfarro hagan. El verdadero gasto es el social y previsional para cualquier presupuesto.

El problema central de Guzmán, que lejos de reconocer niega, es que para cerrar el déficit necesitan de recaudaciones crecientes y para eso, necesitan inflación. Con déficit cero y más aún con superávit creen (creer de fe, no de seguridad) que se van a poder dedicar a ejecutar planes antiinflacionarios luego, y el primero sin duda sería frenar la emisión. Sin embargo si la moneda se desvaloriza frente al nivel de precios relativos, aunque el dólar se mantenga e incluso caiga por el alto ingreso que habrá por las exportaciones y suba de commodities, cada vez se necesitan más pesos para comprar lo mismo y por supuesto una mayor emisión monetaria, que a la vez motoriza de nuevo la inflación.

Otro detalle importante a analizar -- que supongo lo deben ver en economía-- es que para que el BCRA pueda quedarse con la mayor parte de los dólares que ingresen este año y crezcan las reservas para poder controlar sin cepo el mercado cambiario, también deberá imprimir pesos. De hecho solo por el hecho de liquidar a los exportadores sus ventas lo deben hacer, y eso hace que la emisión y a continuación las licitaciones de Leliq para absorber esos pesos, sean más dificil de bajar. Y ni hablar de bajar la tasa de interés, al menos para créditos productivos o comerciales blandos, lo cual generaría demanda de dinero--- de pesos--- dado que siguen necesitando absorber pesos y que no calienten más la inflación.

Es un circulo vicioso que ahora tiene algunos elementos negativos, menos que durante el Macrismo, pero que sigue condicionando las variables.

Y en la falta de acciones para salir de ese círculo, se sostienen los discursos apocalípticos como el de los Libertarios o los Halcones del PRO. Proponiendo romper con todo, incluso instituciones como el Banco Central los Libertarios, cuando lo que hay que resolver es las expectativas que genera el dólar, que el peso tenga más demanda con créditos productivos a tasa baja y sacarse el lastre de las Leliq buscando una salida que sea rentable a todas las partes --- que la hay-- y dejen de ser una presión a la emisión monetaria, para convertirse en inversiones, sin caer en un "Plan Bonex" del siglo XXl. como desde Las Palomas PRO dejan deslizar, propone Milei.

Esta última semana, desde casi todo el arco político oficialista (del medio) y opositor (también del medio), mencionaron o alertaron sobre Milei. También lo hicieron varios medios y columnistas que no son beneficiarios de pautas y no deben opinión sesgada porque opinan desde el medio de la grieta.

Es dificil ver en el crecimiento de crecimiento de Milei realmente a un "presidenciable" para 2023, pero hasta el propio Lavagna se reunión con dirigentes políticos para hablar del tema.

Debería ocurrir un colapso en los frentes que hoy se disputan el poder electoral, para que desde una tercera posición el Libertario llegara a un ballotage. Pero además una catástrofe en la política toda, para que ganara el ballotage, sin importar a quién se enfrente.

Es que las propuestas que declama de un modo agresivo alinea indignados, pero cuando se trasladan a medidas concretas, terminan en un narcisismo descontrolado, donde no solo demuestra que no le interesa escuchar al otro--- básico en la política y la gestión y fundamental para lograr consensos, sin los cuales solo seguirá la caída--- si no que Milei directamente anula al otro, el mismo se juzga ganador de un debate que nunca permite y agrede, reduce a su rival a "casta política o parásito" o lo trata de "burro" adjudicándose el mismo el único saber. Cuando el modelo que plantea, no se lo puede ver en la realidad, en ningún país del mundo y ni siquiera tomando las más preocupantes derechas, como pueden ser VOX en España o la de Le Penn en Francia, se parece a ellos. De hecho VOX con todo lo liberal que se presenta, nunca habló abiertamente de la independencia de Catalunya. Y Le Penn tampoco pese al modelo liberal que propone, dijo estar a favor de un tratado de libre comercio total con Sur América. Los españoles de derecha viendo lo que significa Catalunya en el PBI de España y los Liberales franceses que de ningún modo perjudicarían a sus agricultores y economías regionales con nuestros commodfities y producciones locales, en esos temas no aplican ningún liberalismo.

Hasta para los más liberales y a la derecha de Europa, el liberalismo tienen límites, en cambio para los Libertarios locales, de base "anarco-capitalistas " como se definen, parece que no.

Por eso es dificil verlos ganar un balotaje, que siempre define el voto independiente y más pensado.

Ahora los que casi no objetan a Milei pese a ser de los más cuestionados por él y prácticamente no lo mencionan o lo hacen al pasar, son los propios Kirchneristas.

Es dificil chequear lo que creo ---creer de creencia y no de duda-- pero es muy posible que el kirchnerismo, con un escenario complicado donde deberá debatirse entre apoyar a Alberto y que no sea el segundo presidente en completar su mandato y no reelegir (como Macri) o lanzar un candidato o candidata K; esté detrás de las apariciones del Libertario, incluso varias de ellas en canales y medios K. Ningún segundo de TV en ningún medio es gratis y sin pautas, nadie está al aire tanto tiempo, mucho menos en canales y medios K, hablando mal de los K.

Salvo que a la vez hable muy mal de la oposición, ofenda de modo irreversible a socios de la principal oposición y con eso, si una parte se sigue acercando a Milei, la otra ---como UCR y CC--- terminen rompiendo con Juntos por el Cambio o solo con los Halcones, pero se divida el frente.

El Peronismo tiene una capacidad increíble de alinearse al ganador de su frente, dificil que los Libertarios los separen, pero en la principal oposición como es Juntos por el Cambio puede hacer un desastre.

Desastre que le permitiría un triunfo seguro al oficialismo, sea Alberto o algún otro candidato no muy K.

Al Kirchnerismo le sirve Millei, enfrentando a los opositores.

A la sociedad no le sirve ningún lado de la grieta, ni tampoco las dos minorías intensas de Izquierda y de Derecha.

Quedó demostrado con la aprobación del acuerdo con el FMI.

En la "ancha avenida del medio" debería encontrar a un candidato de consenso la sociedad, para volver a crecer.

Ancha avenida, más ancha que Massa.

UNETE



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