.5% de la población mundial está conformada por mujeres, de las cuales 1.7 billones son rurales; sin embargo, es arduo el recorrido que vienen haciendo las mujeres para prevalecer sus derechos no solo a nivel de la sociedad, sino también en el seno familiar. Debido a que son ellas, que hasta la actualidad asumen el triple rol; es decir, se dedican a las tareas del hogar (rol reproductivo), a trabajar (rol productivo) y a la comunidad o pertenecen a alguna organización (rol comunitario); asumir este triple rol no es fácil, implica que tienen que levantarse muy temprano para poder cumplirlo, de este rol no queda exceptuadas las mujeres solteras, porque se puede pensar que solo las mujeres con cónyuge lo asumen.
Hasta la fecha, lamentablemente son las mismas mujeres que vienen construyendo que las nuevas generaciones de mujeres sigan asumiendo este triple rol, más aún en países en vías de desarrollo, como en América Latina; incentivándoles a las hijas a aprender las labores de la casa para asistir a los varones que viven en casa (no está mal aprender las labores de la casa, lo que está mal es cuando tiene un propósito de servir y de facilitarle la vida al padre o a los hermanos); también se le incentiva a que tiene que estudiar ser competitiva porque ingresará a un difícil mundo de empleo liderado por hombres y finalmente a la comunidad para que sea valorada por hombres. Los datos mundiales mencionan el 50% de mujeres saben leer y escribir, de las 774 millones de personas analfabetas 60% son mujeres, menos del 27% de las niñas terminan educación secundaria, 70% mujeres cargan el agua para preparar alimentos para el marido e hijos, ayudadas por las hijas; 20% mujeres ocupan cargos directivos, 2% mujeres ocupan cargos gerenciales, de 193 países solo 10 están gobernados por mujeres, 30% de todos los investigadores científicos son mujeres, 35% son agredidas por sus cónyuges (por el hombre que les prometió amarlas y quizás las persiguió mucho tiempo hasta que ellas acepten su promesa de amor), en el ámbito rural el abandono escolar por parte de las niñas, el embarazo adolescente en el ámbito rural es más amplio, aproximadamente 135 mujeres son asesinadas por integrantes de su propia familia, 15 millones de niñas adolescentes de 15 a 19 años han sido obligadas a tener relaciones sexuales, 50% son mujeres dedicadas a la producción agrícola, las niñas repiten curso más que los hombres, del total de ingresantes a la universidad 60% son mujeres, etc.
¿Cuándo cambiará está situación en el hogar? Cuando desde el hogar enseñemos la equidad a nuestros hijos e hijas, reflexionemos los comportamientos equitativos con el cónyuge, haciéndole entender que el rol reproductivo y productivo se pueden hacer juntos; por ejemplo delegarse las tareas del hogar, sobre la limpieza, la cocina, el lavado y/o planchado de la ropa, cargar el agua, realizar las compras, cargar los paquetes de las compras o cargar las cosechas para vender en el mercado o ferias, ayudar a los hijos e hijas con las tareas escolares y más aún en pandemia acompañarlos durante las clases virtuales etc. Asimismo, en el rol productivo, referido al trabajo, quizás en la administración de los ingresos que contribuya a sostener el hogar. ¿Cuándo cambiará está situación en el ámbito laboral? Los empleos sean públicos o privados deben elaborar la Política de Género o de Igualdad de Oportunidades entre Hombres y Mujeres, así como se tiene la Política de Ética, en muchos países existe la Ley de la paridad o de la cuota de género que facilita la participación de las mujeres. La política en el ámbito laboral, debe incluir la equidad en los salarios, la recarga laboral, eliminar estereotipos, oportunidad para ocupar cargos directivos y/o gerenciales, eliminar la segmentación de que trabajo puede hacer el hombre o la mujer, acoso laboral por su forma de ser o de vestir o a cambio de ascensos o despidos, etc; un dato el 82% de las parlamentarias han sufrido acoso sexual.En el ámbito de la sociedad, se sugiere la implementación de políticas frente al acoso callejero, acoso virtual o ciberacoso, la discriminación, la empatía y solidaridad cuando es agredida por su cónyuge u otra persona, la empatía por parte de la Policía y de los organismos que supuestamente velan por los derechos de la mujer. Asimismo, los gobiernos deben implementar políticas para el acceso del agua a todas las viviendas, porque la más perjudicadas son las mujeres, debido a que tienen que asegurar la preparación de alimentos para su marido, hijos e hijas; existen casos que esta actividad sacrificada de cargar el agua no es valorada por los demás integrantes de la familia y en algunos casos si este alimento que ella ha preparado con sacrifico no es de agrado termine agredida, a esto se suma las enfermedades que le causan a las mujeres por cumplir este rol, como son: enfermedades emocionales y además físicos, como dolencias de los músculos o del sistema óseo (de los huesos), entre otros.Finalmente, la crisis de las mujeres es compleja, en el ámbito rural es más acentuado, se espera que los gobiernos emitan políticas que favorezcan su rol, se emita campañas que contribuyan al trato equitativo de la mujer desde el hogar porque ahí nace la formación de hijos machistas o de hijas sumisas, pero podemos cambiar este panorama formando hijos que valoren a la mujeres y que formemos mujeres que valoren sus derechos y que su condición no la obliga a ser maltratada o utilizada por este mundo liderado por hombres, el rol de la escuela y del gobierno es crucial.