No ganó la oposición si no que perdió el oficialismo, de alguna manera en línea con todos los países donde hubo elecciones en pandemia y saliendo de ella -- quizá como respuesta de rechazo a los cierres y cuarentenas, sin evitar muertes --- y además en línea también con el ciclo permanente de voto castigo que tenemos en Argentina, que no importa quién sea el lado opositor, ese sector independiente de la grieta, se inclina al lado opuesto y lo da ganador.