¡Qué
vivan los vencedores
genes,
entes superiores!,
¡qué
vivan los vencedores,
trofeo,
guirnaldas, honores!
Tal y
como Dios dispuso
ganó
el que fútbol propuso,
equipo
de gran defensa,
media,
delantera inmensa.
Un
triunfo impecable, limpio,
con “fair
play” se va al Olimpo,
disciplina
inquebrantable
campeón
fino muy rentable.
El
ser humano es intenso
la
vida premia el esfuerzo,
gocen,
lloren de alegría,
su
victoria alumbra el día.
Es la
justicia divina
por
eso el mundo germina,
que
gane siempre el mejor
en la
cancha . . . pundonor.
Deportistas
implacables,
capacidades
deseables
sobreponiéndose
a todo,
¡laureles
por tal decoro!
Evitando
la soberbia
el éxito
es cosa seria,
mentalidad
ganadora
de su
conquista . . . Señora.
Autor:
Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México . . .